Historia (Lore) de World of Warcraft

Aclaración

La idea de esto es funcionar como un pequeño resumen acerca de la historia detrás del juego.
Abarcará hasta la expansión actual del server (Wrath of the Lich King), pero tratara de incluir temas que aun al dia de hoy siguen siendo retconeados. Por lo tanto voy a tratar de centrarlo en la simpleza y no tanto en la exactitud.
PD: Si haces click en las imágenes estas se colorearan bien, no se por que ocurre.

1- ORIGENES El Panteón de los Titanes y demás yerbas cosmicas.

A grandes rasgos la cosmologia de Warcraft esta dada por la siguiente imagen:


Cada ‘‘fuerza’’ universal tiene su propio grupo de defensores que van de planeta en planeta extendiendo su credo.
Los titanes, adalides del Orden, iban de acá para allá ordenando los planetas, sus elementales y sus incipientes formas de vida. No lo hacían por amor al arte ni para satisfacer su TOC, sino porque al ordenar los mundos podían descubrir si adentro había un titán en modo feto.
El problema es que de ves en cuando se cruzaban con razas demoníacas (amigas del fel, el desorden y oriundas de Laprida), por lo tanto, para no distraerse peleando con estos en lugar de ordenar mundos, le encargaron el muerto a uno de ellos: Sargeras.
Sargeras era uno de los mas grosos y buenos del Panteón de Titanes, así que salió con todo a corretear demonios por ahí. Después de estar un tiempo dando navajasos a diestra y siniestra se dio cuenta de dos cosas:
1- Cada vez habían mas demonios.
2- Habían algunos a los que había matado como 5 veces y volvían a aparecer.
Lo que pasaba es que si no mataba a los demonios en su dimensión de origen (el vacío abisal) estos respawneaban.

Entonces lo que hace es pedirle ayuda al Panteón y estos le mandan otro titan para que le sirva de escudero. Mientras Aggramar bancaba la parada contra los demonios Sargeras se pone a estudiarlos y llega a la conclusión de que si sueltos hacen desastre y matarlos es al pedo lo mejor es encerrarlos. Por lo tanto construye la Prisión Mundo de Mardum y empieza a meter a todos los demonios que él y Aggramar se cruzaban.
Como la idea era efectiva decidieron separarse para cubrir mas terreno. En esas andanzas Sargeras llega a un mundo donde descubre unos bichos fierazos que emanaban energías del vacío. Estos Dioses Antiguos habían corrompido el planeta, y para empeorar las cosas habían logrado enfermar al feto titánico dentro de él. Por lo tanto si esa cosa llegaba a nacer iba a convertirse en un Titán del vacío, capaz de destruir toda la obra del Panteón.
A Sargeras se le llenó el traste de preguntas cuando vio eso, así que captura un par de Nathrezim y viendo que no había forma de recuperar a ese titan parte en dos al mundo de un sablazo.

El misoprostol de aquella época.

Totalmente traumado reune al Panteón, Aggramar incluido, y les cuenta lo que vio, y lo que averiguó sobre los Dioses Antiguos y sus jefes: los Señores del Vacío. Los titanes se horrorizaron más por el titan abortado que por el peligro del vacío. Esto a Sargeras lo enloquece y gritandoles ‘‘chetos de nordelta’’ y ‘‘fanáticos de la empanada en frasco’’ los abandona, decidido a encarar por su cuenta la guerra que el Panteón no ve.


2- Azeroth primitivo ¿Como andamos por casa?

En el planeta Azeroth había una bailanta que ni te digo, los elementos andaban a las trompadas cual rugbier con la camisa manchada y reconfiguraban constantemente la superficie del planeta. Los mas grosos eran:

  • Al’ Akir el jeque del aire
  • Neptulon Cazamareas, el capo de los elementales de agua.
  • Therazane la Madre Pétrea, guardiana de los elementales de tierra.
  • Ragnaros el ambicioso Señor del Fuego.

Solo el Avatar podía salvarn…ah re que eso es de otro cuento.

La cuestión es que estos Señores Elementales estaban entretenidisimos peleando entre ellos, cuando de pronto les aterrizaron encima los Dioses Antiguos. Estos, a partir de sus secreciones, crearon ejercitos de n’raqi (ignotos) y aqir (insectos) que barrieron y encarcelaron a los elementales y extendieron el dominio del Imperio Negro por toda la superficie del planeta.


Esa era la situación cuando Aggramar, que seguía barriendo demonios por donde iba, llega a Azeroth. Ah’i ve por primera vez todo lo que Sargeras había dicho, y para peor acá también había un titán, el feto titánico con mas potencial que alguna vez había visto. Por suerte la Titán Azeroth todavía estaba sana. Aun así no había tiempo que perder para salvarla.
Aggramar convoca al resto del Panteón y se ponen a ver como podían limpiar el mundo.
Llegaron a la conclusión de que si intervenían directamente iban a romper todo, Azeroth incluido, por lo tanto forjaron tropas de metal (los Aesir) y de piedra (los Vanir).
Los forjados mas poderosos recibieron parte del poder del Panteón y se denominaron Guardianes:

  • Ra y Odyn fueron bendecidos con los poderes arcanos de Aman’Thul.
  • Archaedas recibió la capacidad de manipular la tierra y la forja de los titanes de Kaz’Goroth.
  • Thorim y Hodir obtuvieron de Golganneth el control de las tormentas y los cielos.
  • Freya se convirtio en la guardiana de la flora y la fauna a pedido de Eonar.
  • Loken y Mirmiron aprendieron de la magia de Norgannon.
  • Tyr , por último, recibió de Aggramar su fuerza y coraje.

Guiados por los Guardianes, los ejércitos de forjados por los titanes barrieron con los elementales esclavizados y los encerraron en el Plano Elemental, una dimensión creada por Helya, la bruja mas poderosa de los forjados. Acto seguido focusearon a los Aqir y les metieron tal paliza que los pocos insectos que quedaron se escondieron por mucho tiempo.
Decididos a ganar la guerra con una batalla contundente, los guardianes atacaron a Y’Shaarj, el más grande de los Dioses Antiguos. Sobrepasaron las defensas n’raqi, pero cuando estaban por alcanzar al Dios Antiguo este los ataco con sus poderes mentales llevandolos al borde de la desesperación.

El buen Ragnaros, nada le gana.

Aman’Thul, asustado, tuvo que soltar el pochoclo y dejando de lado el laissez faire agarró a Y’Shaarj y lo arranco de un tirón con raíz y todo. Para consternación del Panteón este acto causo una herida en el planeta, por donde se empezaron a desperdigar energías arcanas y vitales de la titán.
Viendo que matarlos era virtualmente imposible y si los Titanes los arrancaban hacían más desastre aún los Guardianes tuvieron una idea. Si los Dioses Antiguos no van a prisión, que la prisión vaya hacia ellos.
Con esta estrategia lograron encerrar a N’Zoth y a C’Thun, los cuales, debilitados por el combate, no pudieron evitar que fortalezas mecánicas de piedra y magia fueran construidas a su alrededor para apresarlos.
Yogg-Saron, al ver esto no perdió el tiempo y creo a los C’Thraxxi, una versión mejorada de los n’raqi. Cuando los forjados atacaron los C’Thraxxi los repelieron una y otra vez, en fuerza bruta no les iban a ganar, solo gracias a la astucia de Odyn y la magia de Loken lograron abrir una brecha y vencer a Yogg-Saron. Las huestes del vacío huyeron, los Guardianes habían derrotado al Imperio Negro, y podían dedicarse por fin a ordenar el mundo según el designio de los titanes.


3- Kalimdor No, no ese Kalimdor.

Es en esta época que los guardianes construyen distintos complejos titánicos para proteger zonas estratégicas como Ulduar, Uldum, Uldir, Uldorus, Uldaman, Uldazi, Uldir y Anq’Quiraj y a su vez crean reservas de vida salvaje como el cráter de Un’Goro, la cuenca de Sholazar y el valle de la Flor Eterna. También se ocuparon de curar la herida causada por Aman’Thul en donde supo estar Y’Shaarj, dando forma al Pozo de la Eternidad.
Los forjados se separaron para cumplir sus misiones:

  • Los Anubisat, los Tol’Vir y los Mogu viajaron con el Alto Guardián Ra a los complejos australes de Anq’Quiraj, Uldum y el Valle de la Flor Eterna.
  • Los Vrykul y los Terraneos se quedaron a proteger Ulduar y Uldaman.
  • Los Mecagnomos quedaron a cargo de mantener la maquinaria titánica por orden de Mirmiron.
  • Los Gigantes se encargaron de viajar por el mundo esculpiendo mares y montañas.
  • Freya tendió lazos entre la realidad y el Sueño Esmeralda. Esto benefició a la flora y fauna de Azeroth, dando origen a los Dioses Salvajes, poderosos espíritus naturales encarnados en la forma de las criaturas nativas del mundo.

Una vez que hubieron terminado su trabajo bautizaron al continente más grande como Kalimdor y le presentaron su obra a los Titanes. Estos, satisfechos con el laburo hecho por los Guardianes les dejaron encargado el planeta y a Algalon, un constelar, la tarea de que si todo se iba al garete de nuevo apretara un botón de reset que los guardianes construyeron en Uldum, el cual eliminaría toda la vida en la superficie. Luego, los titanes abandonaron Azeroth en busca de mas Almas Mundo.

Durante los siguientes milenios la vida natural de Azeroth se expandió por toda la superficie. Algunos elementales que habían logrado escapar de el destierro en el plano elemental mutaron y se convirtieron en los primeros protodracos. Fue cuestión de tiempo para que se erigiesen como la especie dominante de Azeroth. Hubo uno que por astucia y fuerza se alzo sobre los demás.
Galakrond era una fuerza de la naturaleza, un protodragón tan poderoso que podía destruir bosques enteros con sus alas y levantar ejércitos con su necromancia. Esto llamo la atención de Tyr, quien alerto a los demás guardianes; sin embargo estos estaban aburguesados y no le dieron ni la hora.

Una bestia peluda, digo escamosa.

Tyr, preocupado, se dispuso a buscar otros aliados entre los mismos protodracos, quienes también sufrían la tiranía de Galakrond. Malygos, Nozdormu, Ysera, su hermana Alexstrazsa y el poderoso Neltharion respondieron a su llamado y se enfrentaron a Galakrond. La lucha fue encarnizada, incluso Tyr, veterano de cientos de batallas, perdió una mano, sin embargo, gracias a un ataque coordinado, los cinco protodracos lograron derrotarlo. El monstruoso cuerpo de Galakron se precipito en la estepa helada conocida luego como Cementerio de Dragones.

El cadáver de Galakrond en WotLK.

Al ver esto, el resto de los guardianes se avergonzó de su apatía anterior y convencidos por Tyr mutaron a los protodracos transformandolos en los Dragones Aspecto. Además le otorgaron a los cinco protodracos parte del poder de sus creadores:

  • Nozdormu recibió de Ra la capacidad de controlar el tiempo y el liderazgo del Vuelo Bronce.
  • Ysera recibió de Freya su poder sobre la naturaleza y su conexión con el sueño esmeralda, ademas, sería responsable del Vuelo Verde.
  • Malygos aprendió de Loken los secretos de la magia arcana y junto a su Vuelo Azul se erigió como guardián de la misma.
  • Neltharion y el Vuelo Negro recibieron de Archaedas el poder de la tierra.
  • Alexstrazsa recibió de Freya el poder de la vida y el comando del Vuelo Rojo. A su vez fue proclamada por todos los Guardianes como Reina de los Dragones.

Todos los Guardianes… menos uno. A Odyn no le gustó para nada la idea de Tyr de cederle la responsabilidad del mundo a los Aspectos,pero como nadie le hizo caso se encerró en Ulduar e ideo un plan: esclavizó a Helya y la transformo en la primer Valkyr. Separó una parte de Ulduar y la transformó en las Cámaras del Valor. Por último lanzo una proclama a los Vrykul (su raza favorita) prometíendoles que si morían valientemente en combate serían llevados a las Cámaras de Valor. Este ejercito eterno de Valarjar bajo las órdenes de Odyn sería el encargado de proteger Azeroth de cualquier amenaza.


4- Draenor Antiguo Glifosato did nothing wrong.

En sus orígenes, Terrallende no era un conjunto de piedras estalladas, sino un pequeño planeta con abundancia de espíritu por sobre el resto de los elementos. Esta abundancia hizo que la flora del planeta (conocida como Fronda Eterna) creciera desmedidamente y se llevara puestas al resto de las fuerzas elementales.
Aggramar, que justo pasaba por ahí acariciando demonios con su espada, vio las situación y a pesar de que no había un titan feto en su interior decidió reordenar el mundo según los designios del Panteón. Para ello creo con su esencia una montaña viviente llamada Grond.
Grond entro a podar a la Fronda Eterna, la cual para defenderse activo la ulti de Chen Stormstout y se dividio en tres: Zang, con el poder de los hongos; Naanu con el poder de la selva; y Botaan con el control de los bosques.

Grond luego de sarparse con el chimichurri.

La cosa se le complicó a Grond, pero no se rindío, y los fue derrotando uno por uno. El lugar donde cayo Zang se convirtió en el Mar de Zangar. Los restos de Naanu dieron origen a la Selva de Tanaan. Pero Botaan descubrió su punto débil, lleno de semillas las hendiduras y grietas de su piel rocosa y cuando Grond se quizo acordar un bosque le creció desde dentro, destruyéndolo en el acto.

De los restos emergieron los Colosales, los cuales mediante una guerra de guerrillas continuaron enfrentándose a Botaan. Aggramar les dio parte de su poder para la tarea pero, al sentir que en algún lugar del universo un Constelar había sido asesinado, los abandonó a su suerte. Los colosales pelearon durante años contra Botaan, pero solo lograron derrotarla inmolándose en masa contra ella al grito de Aggramarhu Akbar.
Este conflicto constante dio origen a diversas criaturas: de la Fronda Eterna surgieron los genosauros y los botani; de Grond surgieron los magnarones y los gronns. El contacto con las esporas de la Fronda deformaría a los gronns creando las razas de los ogros, los ogrones y los orcos.

Estas dos familias de seres vivirían en un constante conflicto territorial que impediría a la fauna nativa desarrollarse, siendo los animales voladores los únicos que escaparon a aquella devastación.


5- Sargeras y su Cruzada Ardiente Meta fel y porquería.

Sargeras había pasado un buen tiempo maquinando como enfrentar al Vacío y llego a una conclusión, si los caretas del Panteón no le daban bola entonces él iba a crear su propio ejercito con juegos de azar y mujerzuelas. Viajó a Mardum, la cárcel demoníaca que el mismo había construido, y la destruyo, liberando a todos los demonios en su interior. La explosión lo expuso a la radiación vil y lo transformo en un Titán demoníaco.

Aguante la Beriso ndeah.

Los demonios lo reconocieron como el mas poderoso de todos ellos, y con su nuevo ejército Sargeras viajo de mundo en mundo rompiendo todo. Pronto llego a un mundo por el que ya había pasado antes el Panteón. Entonces, mientras la Legión Ardiente lo consumía como una nube de langostas, el enfrentó y asesinó al Constelar que lo resguardaba.
Esto llamó la atención de Aggramar, quien abandonó Draenor para enfrentar a su antiguo maestro:

-Permitiste que esos demonios te manipularan hasta que… hasta que te convertiste en aquello que juraste destruir.
-Deja los sermones Aggramar, veo las mentiras del Panteón. No le temo al Caos como ustedes. He devuelto la paz, la libertad, la justicia y la seguridad a mi nuevo imperio.
-¿Tu nuevo imperio?
-No me obligues a destruirte.
-Sargeras, mi lealtad esta con el Panteón, ¡Con el Orden!
-Si no estas conmigo, eres mi enemigo.
-Solo un sith es tan radical tomando decisiones. Haré lo que deba hacer.
-Será en vano.

Aggramar y Sargeras, los dos guerreros mas poderosos que el universo había conocido
chocaron sus espadas. Pero Sargeras era muy poderoso y Aggramar tuvo que tirar piedra de hogar. Cuando el Panteón supo lo ocurrido enfrento a Sargeras y trataron de convencerlo: le hablaron de Azeroth y de que la titán sería capaz de derrotar a los Señores del Vacío.
Pero Sargeras no quizo escuchar razones, apuñaló a Aggramar por la espalda y acabó con el resto del Panteón. En el último momento Norgannon alcanzo a salvar parte de la esencia espiritual de Panteón y la oculto de Sargeras.

El Titán Caído había vencido y tenía un nuevo objetivo: Azeroth. Pero la Legión tenia más músculo que cerebro y había que suplir ese deficit; el sabía donde buscar.
Argus era un alma mundo que había sido ordenada por el Panteón hacía mucho tiempo. En el proliferaban los Eredar, una sabia raza ansiosa de poder y conocimiento. El triunvirato que los gobernaba estaba formado por el locuaz Archimonde, el astuto Kil’Jaeden y el pacífico Velen.
Sargeras se presento ante ellos y les ofreció una visión de poder, conocimiento y un destino divino. Archimonde y Kil’Jaeden agarraron viaje al toque, pero Velen desconfiaba. Cuando vio que todo estaba perdido Velen negocio un rescate con los Naaru, los heraldos de la luz. Mientras Sargeras corrompía a los Eredar Velen escapaba junto a sus seguidores en las naves espaciales naaru. Pasaría mucho tiempo hasta que encontraran un mundo que llamar hogar.

Kil’Jaeden jamás le perdonaría a Velen su huida. Junto con Archimonde le dieron un poder mayor a la Legión, y Sargeras vio complacido como numerosas razas se unían a ellos o les servían inconscientemente.


6- El Ocaso de los Guardianes Ey tío no te vuelvas Loki.

La caída del Panteón se percibió en todos los rincones del universo. En Azeroth los guardianes sintieron esta perturbación y, al no obtener respuesta de sus creadores, se inquietaron. Yogg-Saron, que permanecía encerrado en Ulduar, se dio cuenta de esto y planeó usarlo a su favor. Atacó la mente de Loken con fúnebres pensamientos, pero el guardián se resistió. Al ver esto el Dios Antiguo lo atacó por su lado mas débil: Loken era muy amigo de su cuñada Sif, la esposa de Thorim. Yogg Saron lentamente transformó esta amistad en un amorío secreto y tóxico.
Loken se obsesionó con Sif al punto de que, debido a su negativa de hacer público su amor, la termina asesinando. Cuando cayo en cuenta de sus actos Loken desesperó, esa muerte causaría la división de los guardianes. Entonces fue cuando el fantasma de Sif se le aparecío y le dijo a Loken lo que debería hacer:

  • Convenció a Thorim de que Sif habia sido asesinada por los gigantes de hielo.
  • Mientras estos luchaban entre si forjó su propio ejercito para poder defender Ulduar.
  • Luego recriminó a Thorim por haber atacado a los gigantes de hielo, haciendo que este se exiliase por la culpa y la pena.
    thor

Loken había ganado el control de Ulduar y a su vez había ocultado su responsabilidad por la muerte de Sif. Pero de pronto descubrió que sus nuevos forjados tenían un problema: se estaban transformando en seres de carne. Llamó al espíritu de Sif para que lo aconsejase pero esta no respondió. En ese momento Loken se dio cuenta de que todo este tiempo había sido un mero peón en manos de Yogg Saron.
Decidido a ocultar la verdad, Loken ideó un plan para neutralizar al resto de los guardianes. Encendío el odio hacia Odyn en Helya y esta lo encerró en la Camaras del Valor. Helya luego se marcharía con sus Valkyr y crearía Helheim. Guiados por el odio de Helya, los Vrykul que llegaban allí volvían a Kalimdor una y otra vez como los malvados Kvaldir.

A continuación saboteó las instalaciones de Mirmiron, quien hubiera muerto si no fuese por sus mecagnomos, quiens diseñaron un cuerpo mecánico para contener su espíritu. Sin embargo su mente no volvió a ser la misma. Ya no era una amenaza para Loken.
Luego atacó frontalmente a Freya y Hodir, a quienes derrotó y enloqueció con ayuda de Yogg-Saron.
Cuando Tyr y Archaedas vieron esto, conscientes de que no podrían derrotarlo decidieron ocultarse y analizar sus movimientos. Loken, convencido de que habían huido, se adueño de Ulduar y la selló. Sin embargo, Yogg-Saron lentamente se liberaba de su prisión y preparaba su escape.

Loken esperaba que Ra, quien se había retirado al Sur, viniese a investigar que había ocurrido. Pero como nadie venía mando a sus tropas a explorar, cuando llegaron a Uldum los Tol’Vir les informaron que Ra había desaparecido.
El Alto Guardián había logrado comprender cual era la causa de la perturbación y se había aislado para meditar sobre la caída del Panteón. La expedición de Loken contagió a los forjados sureños con la Maldición de la Carne. Abandonados por Ra y malditos, los forjados se separarían y crearían cada uno su propia cultura.


7- La Caída de Tyr Loken al gobierno, Yogg-Saron al poder.

En el Norte, los forjados que habían sido desplazados por Loken guerrearon continuamente entre sí. Volkhan e Ignis, dos gigantes de fuego bancados por Loken, utilizaron al clan vrykul Inbjerskorn para aplastar al resto de los forjados. Esto extendió la maldición de la carne a todos los forjados. Finalmente, con la intervención de Tyr, Archaedas, Hierraya y los Aspectos lograron derrotar a los Inbjerskorn y los encerraron en criptas al sur de Colinas Pardas. Envalentonados, los Guardianes robaron de Ulduar los Discos de Norgannon (una especie de caja negra titánica) para entender mas acerca de las acciones de Loken. Sabiendo que Loken buscaría recuperarlos, reunieron a varias tribus de vrykul, terraneos y mecagnomos y huyeron hacia el sur.

Vrykuls hibernando en las criptas.

Sabiendo el poderoso adversario que era Tyr, Loken decide liberar a dos C’Thraxxi tras ellos. Zakazj y Kith’ix, los mas poderosos tenientes de Yogg-Saron persiguieron a los forjados. Al ver que pronto serían alcanzados Tyr decidió enfrentarlos dándoles tiempo a los demás a escapar.
Durante seis días y seis noches Tyr combatió a los C’Thraxxi en un claro, al ver que no los podría vencer se inmoló al grito de Aggramarhu Akbar. Archaedas y Hierraya, desde el sur, vieron la explosión y cuando llegaron vieron el cuerpo sin vida de Tyr y de Zakazj. Kith’ix, muy herido, había huido hacia el oeste.
Enterraron los restos de ambos combatientes y sobre la tumba de Tyr colocaron la Mano de Plata con la cual había reemplazado la que perdiera ante Galakrond. Los vrykul, impactados por su sacrificio, decidieron quedarse a resguardar su tumba. Hierraya bautizo al lugar Tirisfal (la Caída de Tyr en vrykul) y se marcharon al sur, a la fortaleza de Uldaman.

Uldaman había sido construida para contener a los troggs, forjados que habían salido defectuosos. Con la llegada de Archaedas y el resto de los forjados exiliados el complejo se amplió, los terráneos entraron en hibernación para preservarse de la maldición de la carne y dejaron a los mecagnomos a cargo.
Loken, sabiendo que no podría recuperar los discos de Uldaman por la fuerza creo un remplazo llamado El Tribunal de los Tiempos, y configuró todo para que Algalon solo fuese invocado si él moría. Si Loken caía, el resto de la vida en Azeroth caería con él.


8- Imperios de Draenor: Arakkoas El conocimiento es poder.jotapege

En el sur de Draenor se hallaba un pico gigante conocido como Arak, allí formaron su hogar tres seres de gran poder:

  • Rukhmar, la elegante ave de fuego, bendecida por la luz (una milipili cualquiera).
  • Sethe, la despiadada serpiente alada, capaz de manipular las fuerzas del vacío.
  • Anzu, el astuto cuervo, conocedor de los secretos arcanos.

Estos tres expulsaron a los hijos de Grond y de la Fronda de las regiones cercanas de Arak, y convirtieron el lugar en un santuario para todas las criaturas voladoras del mundo.
Sin embargo Sethe envidiaba a Rukhmar, y conspiro con Anzu para acabar con ella. Pero Anzu estaba enamorado de Rukhmar, así que cuando la serpiente alada atacó, Rukhmar la estaba esperando.
Consumida por la furia, con su último aliento maldijo su sangre y su cadáver para acabar con todo Arak. Anzu rapidamente devoró su cuerpo para evitar que la maldición se esparciera por el santuario. Debido a esto su cuerpo se deformó, perdiendo su capacidad de volar. Incapaz de soportar que Rukhmar lo viera en ese estado, se escondió de ella.

Te la tomaste toda chinwewencha.

A pesar de que Anzu se habia morfado a Sethe, parte de la maldición llego a la tierra conviertiendo a esa zona en la Cuenca Sethekk. En ese lugar maldito pululaban las energías del vacío, energías que pronto Anzu aprendió a manipular.

Rukhmar buscó a Anzu por un tiempo sin éxito, aterrada por la maldición volvió a la cima de Arak; allí utilizo gran parte de su fuerza vital para rendir homenaje a Anzu: transformó a algunas aves Kaliri en Arakkoas, los herederos de Arak, quienes combinaban la gracia de Rukhmar con la sagacidad de Anzu.
La civilización Arakkoa crecío rapidamente bajo el cuidado de la languideciente Rukhmar. Ella les enseño a controlar la luz, a la vez que aprendían del sacrificio de Anzu y su poder arcano. Tras la muerte de Rukhmar reclamaron para si todo Arak.
Con el paso del tiempo los Arakkoas alcanzaron grandes cotas de poder y erudicción. Trazaron mapas de todo Draenor y descubrieron que la tierra bajo sus pies no era sino los restos de Grond y la Fronda Eterna, aquellas fuerzas sobrenaturales de las que les había hablado Rukhmar, esto también les permitió entender el conflicto entre los Rompedores (descendientes de Grond) y Primigenios(herederos de la Fronda Eterna). Los arakkoas los consideraban seres inferiores, incapaces de controlar sus destinos.
Tambien perfeccionaron su control de la luz mediante la Orden Anhar , mientras que la Orden Skalax se ocupaba de los asuntos arcanos e investigaba la Cuenca Sethekk y los secretos de las sombras.

El ascenso de los Arakkoas llamo la atención de los Primigenios, quienes consideraron que serían una amenaza a sus deseos de restaurar la Fronda Eterna. Guiados por el árbol ancestro Gnarlgar inflingieron graves derrotas a los Arakkoas. Mientras tanto, germinaban a un poderoso ser vegetal denominado Taala para dar el golpe final.
Los arakkoas no se quedaron de brazos cruzados y, mientras los Skalax retrasaban el avance forestal, los Anhar crearon un arma de luz muy poderosa llamada Aliento de Rukhmar. Con ella destrozaron a los Primigenios, quienes no volverían a ser una amenaza para Draenor nunca más. La Fronda Eterna había quedado en el pasado.

Liberados de esta amenaza, Arak creció como nunca antes. Los arakkoas desarrollaron maquinas increíbles y artefactos cristalinos para resguardar su conocimiento.
Sin embargo la rivalidad entre Anhar y Skalax desembocaron en una guerra civil que asoló al Imperio Arakkoa. Decididos a terminar de una ves por todas con sus rivales los Anhar activaron el Aliento de Rukhmar, pero al usarlo en plena batalla el artefacto se desestabilizo, destruyendo a la Aguja de Arak y a gran parte de la civilización arakkoa en el acto.


9- Imperios de Draenor: Ogros y Orcos Dos cabezas son mejor que una.

Durante el apogeo de los Arakkoa y con la caida de los Primigenios, los hijos de Grond se expandieron por el resto del continente. Los inmensos gronns vagaban de forma solitaria por distintas partes del mundo. Los ogrones vivían en constantes guerras entre ellos y esclavizaban a los clanes ogros. Los orcos, para evitar ser carne de cañon de las razas mas grandes, se ocultaron en las profundas cavernas bajo Gorgrond. Allí descubrirían vetas de un metal negro y resistente; estas vetas eran nada menos que los cuerpos de los colosales que habían combatido a Botaan.
Con la destrucción de Arak, los arakkoas se separaron, algunos de ellos trataron de recuperar los cristales de ápices que contenían la sabiduría de su especie. Pronto descubrieron un depósito bajo un asentamiento ogron. Al ver que no podían negociar con ellos instigaron una revuelta entre los esclavos ogros. Para ello les enseñaron los secretos de la magia arcana, para la cual los ogros tenían una afinidad natural.
El mas habilidoso de todos ellos era Gog, quien con su poder escapo de los ogrones y se hizo conocido entre los ogros por matar gronns. Para los ogros los gronns eran prácticamente dioses, las hazañas de Gog el Matagronns les hizo darse cuenta de que podían vencer a los ogrones. Cuando Gog regreso, los ogros de todos los campamentos ogrones se rebelaron y acabaron con sus amos, llevándolos al borde de la destrucción.
Los arakkoas vieron complacidos como sus planes daban fruto, pero Gog se volvió contra ellos, se proclamó GorGog (Rey Gog) y dio origen al Imperio Gordiano. Apresaron a los arakkoas que trataron de tomar los cristales y los asesinaron lentamente. Nunca volverían a tratar de enfrentarse con los ogros.

El exterminio de los ogrones y los gronns permitió a los orcos salir a la superficie y extenderse por todo el continente. Evitaban entablar combate abierto con el Imperio Goriano y rápidamente proliferaron clanes con culturas super dispares. Al sureste, el Clan Sombraluna se destaco por su afición hacia los astros y los espíritus. Fueron los primeros en sentirse atraídos por el Trono de los Elementos, un lugar donde yacía la cabeza de Grond y donde se reunían los señores elementales de Draenor.
Con un profundo respeto, los orcos aprendieron a entrar en comunión con los elementos, originando una cultura chamánica que rápidamente se extendería al resto de los clanes. Esta tradición común doto a los orcos de un sentimiento de comunidad que permitia salvar las disputas entre clanes de manera pacífica.

El Imperio Goriano continuo su lenta expansión y fundo el Bastión Aguja del Filo en el norte y Ogrópolis al oeste. Ambas se conectaban con Goria, la capital de imperio, mediante grandes rutas comerciales. No le daban mucha bola a los orcos y se burlaban de su chamanismo, al que consideraban débil comparado con su hechicería.
Sin embargo, cuando vieron a un chaman orco detener una crecida con sus poderes, el Imperador Molok decidió estudiar esos poderes. Mediante un rápido movimiento de tropas se anexo el territorio que rodeaba al Trono de los Elementos y expulsaron a los chamanes orcos del lugar. Sin embargo al explorar la calavera de Grond con sus poderes arcanos crearon un explosión mágica que devastó el equilibrio elemental del mundo. Este poder desencadenado no hizo más que aumentar el interés de los ogros, quienes trataron de reclamar el dominio sobre los elementos. Los chamanes orcos, desesperados por el sufrimiento de los elementos y como este se manifestaba en tormentas y sequías, llegaron a una conclusión: la guerra.

Los clanes orcos se unieron y reconquistaron el trono de los elementos. El contraataque ogro no se hizo esperar, arremetieron contra todo orco que se cruzaban, no solo los hombres, las mujeres y los niños también. Los clanes orcos rápidamente se reoganizaron en forma de clanes saqueadores nómadas cortando las lineas de suministro y de comercio ogras y obligándolos a retirarse a Goria.

Orcos a favor de la milanesa con papas.

La fortaleza era intimidante y tenía un puerto protegido, por lo que el asedio orco parecía no surtir efecto.Sin embargo, lentamente los ogros se quedaban sin provisiones. Desesperados por romper el cerco e inspirados por los cristales que hablaban de la Maldición de Sethelos hechiceros ogro crearon una peste y la propagaron por los campamentos orcos. La Viruela Roja diezmo los ejércitos orcos llevándolos al punto donde no contaban con suficientes tropas para un asalto directo ni para mantener el cerco mucho tiempo más. Los chamanes rogaron a los elementos que interviniesen directamente y arrasaran Goria. Era la primera vez que un chaman le solicitaba algo así a los elementos.
La destrucción de Goria impacto a los orcos. Nunca antes habían visto semejante poder y el temor nació en el corazón de los chamanes. Con la destrucción de Goria la guerra terminó. Los clanes orcos volvieron a sus territorios y los restos del Imperio Goriano, temerosos del poder chamánico, se fueron desmembrando hasta convertirse en ciudades estado diseminadas por todo el mundo.

Lentamente los orcos reclamaron los territorios ogros y se convirtieron en la raza dominante de Draenor, sin embargo los brotes de Viruela Roja seguirían apareciendo esporádicamente y azotando sin piedad a los clanes.

7 Me gusta

10 - Imperios de Azeroth: Trols ¿Quien tu querer matar yo?

Lentamente en Azeroth, y con ayuda del Pozo de la Eternidad, la vida proliferaba. Una de las primeras razas humanoides en aparecer fueron los trols. Estos grupos aborígenes de cazadores-recolectores se expandieron a distintos rincones de Kalimdor y se organizaron en belicosas tribus.
La más poderosa de todas era la Tribu Zandalari, la cual se asentó en las afueras de Uldir, un lugar frecuentado por muchos dioses salvajes. Estos eran adorados por todas las tribus Trol, las cuales los denominaban Loas y realizaban ofrendas y sacrificios en su honor. Además de esto, los trols se adentraron en los ritos de la oscura magia vudú. Así fue como los zandalari llegaron a una elevación evitada por los dioses salvajes, una elevación que desprendía energías oscuras.

El C’Thraxxi Kith’ix, reanimado por los rituales trol, emergió del montículo y, decidido a acabar con su emergente civilización, busco aliados que lo ayudaran en su misión. Los aqir y unos pocos n’raqi respondieron a su llamada, estas razas de insectos habían permanecido ocultas bajo la superficie desde la caída del Imperio Negro. Cuando los trols vieron como sus tribus iban siendo devoradas por el enjambre decidieron pactar una tregua y se unieron en el Imperio de Zul. Los ejercitos trol, comandados por los zandalari, infligieron grandes derrotas a los aquir. Sabiendo que cualquier insecto que escapase podía crear una nueva colonia los zandalaris instaron a las diversas tribus trol a extenderse sobre todo el territorio que le arrebataran a los insectos.
El C’Thrax Mythrax comandó una expedición a Zandalar para derrotar a los trols en el corazón de su imperio, pero fue derrotado con el sacrificio del Loa Sethraliss. Con el ingreso de los loas a la guerra, la balanza se inclinó a favor de los trols.

Kith’ix se retiró al noreste del continente, perseguido por la tribu Amani. En el oeste los aquir habían conquistado Ahn’Quiraj y esclavizado a sus guardianes Anubisath. Los Gurubashi, incapaces de capturar la fortaleza, construyeron el puesto avanzado de Zul’Farrak para controlarlos. A su vez, lograron hacer retroceder a otros enjambres aqir al sur. En el norte los Drakkari se enfrentaron a Tol’Vir esclavizados por los Aqir, estos Destructores de Obsidiana castigaron a los Drakkari obligándolos a retroceder.
Sin embargo, mas allá de Tirisfal, los amani alcanzaron a Kith’ix y lo derrotaron. Los pocos trols que sobrevivieron al combate decidieron permanecer ahí y fundaron Zul’Aman. Con la muerte del C’Thrax los aqir perdieron la voluntad de pelear y se retiraron a sus fortalezas seguidos de cerca por los trols.
Con el tiempo, la cercanía a las prisiones de los dioses antiguos acabaría modificando a los aqir. Aquellos que controlaban Ahn’Qiraj se convertirian en Qirajis bajo la influencia de C’Thun. En el norte Yogg-Saron extendió su influencia y dio paso a los Nerubianos. Los aqir del sur se sintieron atraídos por un poder maligno en el Valle de la Flor Eterna: era el corazón de Y’Shaarj, el cual había sido resguardado por el Alto Guardián Ra para su estudio. Con su influencia maligna,pronto estos aqir se convirtieron en Mántides.

Después de siglos de guerra, el Imperio de Zul había vencido. Sin embargo, la falta de un enemigo común disolvió los motivos que unían a las tribus Trol. Los amani, los gurubashi y los drakkari se adueñaron de grandes extensiones del continente, mientras que los zandalari se recluirían en sus ciudades para alcanzar mayor poder espiritual.


11- Imperios de Azeroth: Mogu

Las mántides llegaron a la conclusión de que la mejor manera de esperar el retornos de los Dioses Antiguos no era tratando de reconquistar el mundo por su cuenta, sino a través del perfeccionamiento de su raza. Cada cien años atacaron las fortalezas mogu del Valle de la Flor Eterna. Con cada ataque solo los más fuertes y astutos sobrevivían y volvían para contarlo. Así, con el paso del tiempo las mántides se hicieron cada vez mas poderosas.
mogu

Los mogu, a pesar de la desaparición de Ra, soportaron los embates del Ciclo Mántide; pero con el paso del tiempo la Maldición de la Carne hizo mella en ellos y fueron perdiendo su fuerza e identidad. Los mogu se agruparon en manadas lideradas por Señores de la Guerra que peleaban entre si; cuando las mántides volvían los mogu se unían para defenderse, pero luego los conflictos internos renacían.
Durante estos tiempos turbulentos diversas seres se acercaron al Valle de la Flor Eterna. Cautivados por la energía que emanaba el lugar pandaren, hozen y jinyu se instalaron en la zona, al igual que cuatro dioses salvajes. Los pandaren entablaron una conexión con los dioses salvajes y obtuvieron un crecimiento espiritual superior al de las demás razas.

Un joven príncipe mogu llamado Lei-Shen le dio la espalda a los conflictos de su gente y partió en busca del Alto Guardián Ra. Tras años de búsqueda encontró al Guardián sentado dentro de una bóveda titánica, absorto en sus pensamientos. Allí, buscando quebrar el espíritu del mogu, el guardián le reveló el destino del Panteón y la amenaza que se cernía sobre Azeroth. Sin embargo Lei-Shen, furioso al ver que Ra se había rendido, capturó al guardian y le robó sus poderes.
Con sus nuevos poderes Lei-Shen ascendió al poder y se hizo llamar Rey del Trueno. Luego esclavizo al resto de las razas del Valle, incluyendo al dios salvaje Xuen, quien había intentado proteger a los Pandaren del embate mogu. Lei-Shen temía al espíritu y la filosofía pandaren, por lo cual trato de erradicarles prohibiendo la lectura y escritura del lenguaje pandaren. A su vez, manipulando las maquinas de los titanes, fue capaz de crear nuevas razas de carne.

¡Eh gato!, ¿que onda con los pandas?

El ascenso del Rey del Trueno llamo la atención de los Zandalari, quienes ansiosos por aprender los secretos de su poder le propusieron una alianza. Los mogu desconocían el mundo mas allá del Valle de la Flor Eterna, por lo cual los trols les resultaban unos aliados ideales para extender su influencia. Además Lei-Shen había descubierto la forma de retornar de la muerte. Incapaz de confiarle tal poder a los ambiciosos mogu, le entregó los secretos de la resurrección a los zandalari a cambio de enseñarles los secretos arcanos.
Los Tol’Vir de Uldum en cambio, se encontraban sumidos en la maldición de la carne. No fue hasta que Lei-Shen los convocó que se acercaron a ver que onda.
El Rey del Trueno los recibió con honores, y les propuso cederle el control de Uldum a cambio de lugares de honor en su nuevo Imperio Mogu. Los Tol’Vir, furiosos por la traición a Ra, rechazaron unirse a Lei-Shen y volvieron a Uldum.
Sabiendo que no podrían resistir al ejército mogu, el Rey del Trueno avanzo sobre Uldum, incluso invito al Rey zandalar Zulathra para que presenciara la conquista. Los Tol’vir sabían que no podían enfrentarlos en campo abierto, por lo que se ocultaron en las pirámides templo de Uldum. Allí residía el botón de reset de Algalon, la Forja de la Creación. Los Tol’vir activando la temible máquina a baja potencia desintegraron al Rey del Trueno, a los Zandalari y al ejercito mogu en un instante. Pero el precio que tuvieron que pagar había sido muy grande. Uldum, antiguamente una exuberante selva, se había convertido en un desierto arenoso.

Acceso sellado a Uldum desde Tanaris.

Decididos a que nadie volviese a tratar de hacerse con la Forja los Tol’vir sellaron Uldum para que nadie pudiese volver a entrar, ni salir.


12- Imperios de Azeroth: Kaldorei Elfos con osde.

Una tribu de trols se asentó en las laderas de monte Hyjal y evitó la guerra contra los Aqir. Con el tiempo, estos trols de hábitos nocturnos encontraron el Pozo de la Eternidad y, maravillados por la energía que allí residía, se asentaron en sus costas. Con el tiempo estas energías deformaron el cuerpo y alma de los trols, haciéndolos mas inteligentes y prácticamente inmortales. Abandonando los ritos trol, los Kaldorei crearon su propia cultura en torno al Pozo y Elune, la Diosa de la Luna.

El ascenso de esta civilización no pasó desapercibido al resto de los seres del lugar. La lucha por los terrenos de caza haría que los Yaungol, hombres toro bajo la protección de Cenarius, marcharan hacía el Sur en busca de lugares mas apacibles. Lamentablemente caerían bajo las garras del Imperio Mogu, quienes experimentarían con ellos para hacerlos esclavos mas eficientes.
El mismo Cenarius, un semidiós salvaje, sintió intriga por estos seres y los tomó bajo su cuidado. Con la guía de Cenarius los elfos de la noche alcanzaron un gran nivel de comunión con la naturaleza.

Sin embargo, las energías del Pozo de la Eternidad los seguían intrigando. Una fracción de los kaldorei empezaron a experimentar con sus energias y descubrieron el potencial de la magia arcana.
Con la llegada al poder de la Reina Azshara, los Altonato (quienes controlaban el poder arcano) ascendieron a lo mas alto de la sociedad keldorei y llevaron al Reino a extender su influencia por todo Kalimdor. Esta grandeza, para tristeza de Cenarius, se vio acompañada por un crecimiento de la soberbia y la xenofobia respecto al resto de las razas de Kalimdor.
Las naciones trol eran incapaces de hacerle frente a la magia élfica, por lo que terminaron pactando una vergonzosa tregua debido al nulo interés de Azshara en sus tierras.


Las investigaciones de Azshara y los altonato en el Pozo de la Eternidad alterarían el equilibrio mágico y llegarían hasta el vació abisal. Después de tanto tiempo, Sargeras había descubierto la ubicación de Azeroth.


13- Imperios de Azeroth: Pandaren Yo traigo el pandemonio.

Después de la muerte de Lei-Shen el Imperio Mogu entro en un período de decadencia. El trato brutal hacía las razas esclavas se volvió moneda común y la desobediencia se pagaba sirviendo como carne de cañon en la frontera mántide.
Un pandaren llamado Kang, luego de perder a su familia por la brutalidad mogu, meditó acerca de esto y llegó a la conclusión de que la violencia mogu era una señal de su debilidad. Sabiendo que era imposible armar a los esclavos desarrolló un arte marcial con la apariencia de un baile. Rápidamente el Camino del Monje se extendió entre los pandaren.

Cuando los mogu se percataron de esto, Kang huyo con cientos de seguidores a las montañas Kun-Lai, lejos del alcance de los Mogu. Allí descubrió la prisión del dios Antiguo Xuen, el tigre blanco. Con la guía de Xuen y su estilo de combate sin armas los pandaren se prepararon para la guerra.
Los pandaren descendieron sobre los complejos titánicos que los mogu usaban para crear y transformar a las razas de carne. Esta victoria encendió el fuego de la rebelión y los Yaungol, los Hozen y los Jinyu también se levantaron. Incluso los grummles, quienes habian sido creados por los mogu, se unieron a la sublevación.
Totalmente dependientes de sus esclavos, los mogu fueron incapaces de resistir el embate y se retiraron al Valle de la Flor Eterna. Sabiendo que un asedio seria en vano debido a la generosidad del valle, Kang lanzó un ataque frontal a la capital mogu. Allí el pandaren derroto personalmente al Emperador Lao Fe, el Ataesclavos; sin embargo moriría por sus heridas.

A pesar de los deseos de venganza de los antiguos esclavos, los discipulos de Kang se esforzaron por impedir la matanza indiscriminada de mogu y predicaron las enseñanzas de Xuen para alcanzar el equilibrio interior. Fundaron la orden de los Eremitas y abrieron paso a una nueva era para todas las razas de la región.
Es durante esta época que los pandaren forjan un vínculo con los dragones nimbo. Esta sociedad sería providencial para los pandaren, pues los zandalari, al ver la caída del Imperio Mogu, trataron de resucitar a Lei-Shen y reclamar por la fuerza el Valle de la Flor Eterna. Gracias a la Orden del Dragon Nimbo la amenaza zandalari fue rechazada y los pandaren entraron en una época de paz y prosperidad.

Los Yaungol, incapaces de adaptarse a la filosofía pandaren, se marcharían. Algunos se asentaron cerca de la colonia mántide; otros volvieron a la protección de Cenarius, con el tiempo serían conocidos como Taurens; un último grupo,los Taunka viajaría hasta al norte del continente. Pasarían miles de años antes de que las dispersas tribus volvieran a reunirse.

5 Me gusta

14- La Guerra de los Ancestros How dare you!

La actividad arcana inusual permitió a la Legión Ardiente encontrar Azeroth. Ni lento ni perezoso, Sargeras le envío a los altonato el mismo chamuyo que habia usado con los Eredar. Xavius, el altonato de más confianza de la Reina Azshara, fue el primero en aceptar. Gracias a él Sargeras obtuvo el consentimiento de Azshara para crear un portal y traer a la Legión al mundo. Archimonde, Manoroth, Tichondrius y cientos de demonios más destruyeron al Imperio Kaldorei desde su mismo corazón. Las energías del Pozo de la Eternidad alimentaban los portales demoníacos, aumentando la escala de la invasión de manera alarmante.

Las razas de Azeroth trataron de resistir el embate de los demonios, pero se veían completamente superados. Los kaldorei bajo el mando de Kur’Talos trataron de organizar una resistencia con la ayuda de Tyrande Whisperwind y la Hermandad de Elune . Mientras tanto Malfurion Stormrage, el primer druida mortal, alertaba a su maestro Cenarius del ataque. Mientras este reunía a los dioses salvajes, Malfurion viajo al Templo del Reposo del Dragón a alertar a los Aspectos.

Bajo la sugerencia de Neltharion los aspectos crearon un poderoso artefacto llamado Alma de Dragón para combatir a la Legión Ardiente. Lo que los aspectos no sabían era que, al consumir y corromper los dioses antiguos la tierra que los rodeaba, el Guardián de la Tierra había sucumbido a la locura. Cuando la resistencia kaldorei y los aspectos lanzaron un ataque combinado sobre los portales de la Legión, Neltharion uso el arma contra enemigos y aliados por igual. Al final el arma destrozó el propio cuerpo del Dragón Negro, quien desapareció en el cielo aturdido por sus heridas.
Esta traición quebró el ataque kaldorei. Mientras los aspectos se retiraban, los elfos supervivientes se agruparon detrás de la figura de Jarod Shadowsong, cuyo origen humilde le permitió obtener el apoyo del resto de las razas de Kalimdor. Mientras tanto, Sargeras levantaba a Xavius, quien habia sido derrotado por Malfurion, y lo convertía en un sátiro.

Sin embargo la traición se cernía sobre ambos bandos. Los altonato de Suramar habian dedicado su vida a recolectar poderosas reliquias y artefactos titánicos de todas partes del mundo. Desconfiando de las verdaderas intenciones de la Legión traicionaron a Aszhara y aislaron su ciudad. No ayudarian a la Legion, pero tampoco a la resistencia Kaldorei.
Illidanarchive Es un papucho.

Mientras tanto Illidan Stormrage, el hermano de Malfurion, abandonó las filas kaldorei y obtuvo una audiencia con Sargeras. Allí el Traidor le revelo la existencia del Alma del Dragón,con cuyo poder Sargeras mismo podría ser transportado a Azeroth. El titán caído marco con runas viles a Illidan, otorgándole mayor poder a costa de su vista.
Con estas nuevas habilidades Illidan logro colarse en la guarida de Neltharion y robar el Alma del Dragón, la cual entrego a los altonato de Azshara para que iniciaran la invocación.

Mientras tanto la resistencia de Kalimdor, comandada por Jarod Shadowsong y Huln Montealto, enfrentaba a un contingente de la Legión encabezado por el nathrezim Tichondrius. En ese momento los dioses salvajes, con Cenarius a la cabeza, entraron en combate.

Cenarius y Manoroth a las trompadas.

Sabiendo que los altonato planeaban invocar a Sargeras, Malfurion trazó un arriesgado plan: Él y un pequeño grupo se inflitrarían para destruir el Pozo de la Eternidad mientras que el grueso de las fuerzas distraerían a la Legión en un ataque frontal a Zin’Azshari, la ciudadela de Azshara.
La derrota de Tichondrius enfureció a Archimonde, quien atravezó el campo de batalla y humilló a Jarod en combate.

Illidan, alegando ser un doble agente, alcanzó al contingente de su hermano y les propuso utilizar el Alma del Dragón para detener la invocación. El plan tuvo éxito, pero al detener el hechizo el portal se desestabilizó originando un vórtice de energía arcana que expulso a los demonios cercanos al vacío abisal. Acto seguido innumerables terremotos se sucedieron y el continente entero colapsó.


15- Ecos del Gran Cataclismo Los que tienen plata consumen de la buena.

Los supervivientes trataron de huir para ponerse a salvo de la devastación. En el sur, el Emperador Pandaren Shaohao fusionó su espiritú con la tierra y, rodeando la región de una densa niebla, la protegió del Gran Cataclismo. Los kaldorei huyeron en dirección al Monte Hyjal, donde descubrieron que Illidan había conservado parte del agua del Pozo de la Eternidad y había creado un nuevo lago arcano en la cima.


Furioso, Malfurion encarceló a su hermano y prohibió la práctica mágica entre los elfos de la noche. Jarod Shadowsong cedió el comando de los elfos de la noche a Tyrande y se retiró, mientras que su hermana Maiev quedó a cargo de la vigilancia de Illidan.

Los sátiros supervivientes se reagruparían y pasarían los siglos siguientes enfrentándose a los kaldorei. Para resistir el ataque demoníaco Malfurion convoco a sus druidas. La fuerza de estos combinada con las tácticas guerrilleras de Shandris Feathermoon garantizaron la victoria. Sin embargo, algunos druidas, desesperados por el poder, enloquecieron y se convirtieron en Huargens. Incapaz de contener la expansión de la maldición Malfurion los desterró al Sueño Esmeralda; y creo el Círculo Cenarion para controlar las practicas druídicas.
Sabiendo que el nuevo Pozo de la Eternidad abría la puerta a una nueva invasión demoníaca, Alexstrasza, Ysera y Nozdormu crearon y bendijeron un árbol para que sellase sus energías. Vincularon a los kaldorei a Nordrassil,el Árbol del Mundo, y les otorgaron la vida eterna mientras estos resguardaran el árbol.
Sabiendo que la Legión volvería, Malfurion se retiró con sus druidas al Sueño Esmeralda, dejando a Tyrande y su orden de Centinelas a cargo de los kaldorei. Con el tiempo alcanzaron una gran afinidad con diversos seres mágicos que vivían en los bosques que rodeaban Hyjal, como las dríades y los árboles ancestro.

Sin embargo, a algunos kaldorei les costaba adaptarse al nuevo orden. Liderados por Dath’Remar Sunstrider, estos kaldorei eran altonatos que se opusieron a la alianza entre Aszhara y Sargeras y lucharon en la resistencia kaldorei. Incapaces de resistir la tentación de la magia, los kaldorei restantes los expulsaron de Hyjal.
Los Altonato se hicieron a la mar y viajaron rumbo al este. Establecieron contacto con los descendientes de la tribu vrykul que resguardaba la Mano de Plata de Tyr; pero percibiendo las energías malignas del C’Thrax enterrado en el lugar decidieron dirigirse al norte. Atravesaron las montañas siguiendo las Lineas Ley, flujos naturales de magia arcana que recorren el mundo, y se toparon con los amani. Los trols detestaban a los elfos y atacaron continuamente a los exiliados.
En el extremo norte del continente encontraron el nodo de Lineas Ley que buscaban y allí Dath’Remar revelo su secreto: antes de partir del nuevo Kalimdor había tomado agua del Pozo de la Eternidad. Con ella creo la Fuente del Sol a partir de la cual los Quel’dorei obtendrían su poder los siglos venideros. Con ella sumieron a Quel’thalas en una primavera permanente, a salvo de las inclemencias propias de esa latitud.

Sabiendo que el uso irrestricto de la magia podría atraer a los demonios los quel’dorei crearon una barrera de piedras rúnicas para ocultar sus rastros. A su vez estas piedras permitieron ahuyentar a los amani, quienes estaban furiosos por haber invadido sus tierras.Estos se contentaron con atacar las caravanas que salian de Quel’thalas hacia el sur. Para prevenirlo, Dath’Remar creo el cuerpo de Forestales. Con su pueblo asentado y seguro, el Rey Dath’Remar Sunstrider abdicó en favor de su hijo y se retiró.

En el norte, Malygos, el Aspecto de la Magia, sucumbía lentamente a la locura tratando de afrontar la masacre que había sufrido el vuelo azul a manos de Neltharion. Para empeorar la situación un grupo de altonatos de la vecina ciudad de Shandalar, desesperados al verse atascados en el nuevo continente de Rasganorte, robaron objetos mágicos del Nexo. Los dragones azules, furiosos, atacaron el Bosque del Canto Lunar para recuperarlos; pero los altonatos tratando de utilizar los artefactos como arma crearon una explosión que cristalizo todo el bosque y a todo aquel que vivía allí. A partir de ese momento la zona sería conocida como Bosque del Canto de Cristal.

Ruinas de Shandaral

Mientras tanto, en los bosques de Feralas, un grupo de altonatos conocidos como los Shen’dralar, consternados por la desaparición de Azshara y el Pozo de la Eternidad, se refugió en la ciudad de Eldre’Thalas. Para poder sobrevivir su líder, el Príncipe Tortheldrin, capturó a un demonio conocido como Immol’Thar. Con su energía los Shen’dralar permanecieron ocultos miles de años. Sin embargo con su nivel de consumo vieron que su fuente de energía se agotaría. Para evitarlo Tortheldrin y sus allegados masacraron al resto de los Shen’dralar y se refugiaron en lo mas profundo de la fortaleza, dejando que el resto fuese invadida por los habitantes del bosque cercano. Con el tiempo la antigua ciudad keldorei de Eldre’Thalas sería recordada como La Masacre debido al terrible acto que se había suscitado detrás de sus muros.

Prisión de Immol’Thar


16- La Corrupción de los Dioses Antiguos En un agujero en el suelo vivía un gnomo.

El Gran Cataclismo dañó considerablemente las prisiones de los Dioses Antiguos, permitiendo que parte de su esencia se filtrara hasta el mundo. Un grupo de druidas despiertos, al mando de Fandral Staghelm, decidieron combatir esta corrupción plantando retoños de Nordrassil en las zonas de Azeroth más afectadas. Estos nuevos árboles del mundo,protegidos por el vuelo verde, rápidamente crecieron y gracias a su conexión con el Sueño Esmeralda limpiaron la corrupción del vacío y la hicieron retroceder.

En Rasganorte, Yogg-Saron diseminó su esencia en forma de un mineral denominado Saronita. Para contrarrestarlo Fandral decidió plantar el retoño mas grande en Colinas Pardas*. Malfurion, quien se había opuesto a este plan, tuvo que reconocer que había funcionado y la corrupción retrocedía. Sin embargo, las raíces de Andrassil crecieron demasiado, alcanzando la prisión de Yogg-Saron. Este utilizo el árbol para enloquecer a las formas de vida de la superficie, por lo cual los mismos druidas que lo plantaron tuvieron que derribarlo. A pesar de que el árbol, ahora llamado Vordrassil había desaparecido, la expansión de la Saronita se había detenido. Fandral, Malfurion y el resto del Circulo Cenarion respiraron aliviados; pero ellos no sabían que Yogg-Saron había logrado entrar al Sueño Esmeralda a través del árbol. Esta infiltración sería el origen de lo que luego sería conocido como Pesadilla Esmeralda.

Leña del Árbol Caído

Mientras Yogg-Saron se entretenía con los druidas, los terranéos de Uldaman despertaron de una larga hibernación. Al hacerlo descubrieron que los mecagnomos que guardaban el complejo se habían ido o habían muerto. Aquejados y aturdidos al descubrir que ahora eran seres de carne, los Enanos salieron de Uldaman y se dirigieron hacia las montañas al este. Allí construyeron una gran ciudad bajo la montaña más grande y, con los últimos destellos de un pasado que olvidaban, bautizaron a la mole con el nombre de Khaz Modan. Al excavar se encontraron con los Troggs, versiones previas y fallidas de los terráneos titánicos; y con los Gnomos, descendientes de los mecagnomos de Uldaman, quienes habían perdido todo recuerdo de los titanes. Esta raza le hacia del ingenio y la tecnología el centro de su existencia, eligiendo siempre a su más grande inventor como líder cada cierto periodo de tiempo.


Terráneos pegándose un noni en Uldaman junto a Archaedas

Rápidamente se generó una simbiosis entre ambos pueblos, la fuerza enana y el ingenio gnomo combinadas dieron origen a Gnomeregan, una maravilla de la ingeniería que los gnomos adoptaron como hogar. Los enanos se establecieron en la vecina Forjaz, y rápidamente su cultura se diversifico en forma de clanes. El mas poderoso de todos era el Clan Yunquemar, el cual gobernaba Forjaz y por extensión a todos los enanos.

Los clanes vrykul de Tirisfal mantuvieron un escueto contacto con sus parientes del norte, quienes (a escondidas de los cabecillas de los clanes) traían a los hijos mas afectados por la maldición de la carne para evitar que fuesen asesinados. Estos vrykul venidos a menos eran mucho mas pequeños y débiles que sus padres, y en el norte eran asesinados ni bien nacían. Con el Gran Cataclismo este contacto finalizó; pero la maldición de la carne continuaría deformando a los vrykul de Tirisfal hasta convertirlos en humanos.


17- Las Guerras Trol Marcos Peña vs Ariel Garbarz

Las tribus trol fueron muy afectadas por el Gran Cataclismo, perdiendo grandes extensiones de territorio y perdiéndose en guerras intestinas por el poder. Los Zandalari, a pesar de que Zandalar no era ahora más que una isla, vieron en la desaparición del Imperio Kaldorei la oportunidad de volver a conquistar el mundo. Para lograrlo decidieron utilizar a la tribu Amani, la cual se encontraba en plena guerra civil. Nombrando a Jintha como su líder títere, emprendieron numerosas incursiones sobre Quel’Thalas, bajo su criterio la mayor amenaza a los Amani.


Mas al sur, los clanes humanos se hallaban diseminados y en constante conflicto entre ellos. Sin embargo había un humano con mas visión que el resto. Thoradim el Grande lideraba a un clan fronterizo a las tierras amani, esta cercanía lo llevo a sospechar de los extraños movimientos trol, quienes se aprestaban para la guerra. Sabiendo que divididos los humanos serian fácilmente derrotados, Thoradim emprendió una inusual campaña diplomática y militar logrando unificar en solo seis años a todos los clanes humanos bajo su mando.
Con este poder fundó el Reino de Arathor y se aseguró la lealtad de los clanes subyugados promoviendo a sus lideres como generales y consejeros de su confianza. Estableció su capital en las mesetas áridas de Arathi y construyo la fortaleza de Strom. Una vez hecho esto Thoradim decidió enviar a sus dos mejores generales, Lordain de Tirisfal e Ignaeus Aterratrols de Alterac, a recopilar información del enemigo.

A medida que los informes de los enfrentamientos entre elfos y trols llegaban, Thoradim se convencía de que una guerra abierta contra los amani seria un suicidio para su pueblo. Los elfos se habian replegado a las fronteras interiores de su reino, incapaces de hacerle frente a la brutalidad amani y su vudú. Fue Anasterian Sunstrider, bisnieto de Dath’Reman, quien, enfrentándose a la extinción de su pueblo, se comunico con Arathor para solicitar una alianza contra los Amani. El Rey Thoradim exigió a cambio que los elfos instruyeran a los hombres en el uso de la magia.
Anasterian conocía muy bien los riesgos del uso irrestricto de la magia, pero sabiendo que no tenía otra opción accedió a que cien humanos fuesen instruidos por los magister elfos.
Mientras los magi se instruían en la fortaleza de las montañas de Alterac, Thoradim avanzó con una fuerza de 20.000 hombres y atacó desde el sur a las fuerzas amani. Jintha, convencido de que este ataque era la última carta de los elfos, decidió destruir a las fuerzas humanas y acabar con ambos reinos en un solo golpe.
Thoradin, al ver que tenia la atención de los trols, ordenó la retirada hacia Alterac. Mientras los amani trataban de alcanzarlos, los elfos se reorganizaron y salieron en persecución de la retaguardia trol. Al verse rodeado, Jintha trató de flanquear al ejercito arathi, pero el heroico sacrificio de Lordain junto con quinientos de sus hombres salvo a Thoradin de la catástrofe.

Cuando llegaron a Alterac, Thoradin mostró su arma secreta: los magos humanos, quienes canalizaron un torbellino de fuego que hizo añicos al ejercito trol. Jintha murió en el acto, y el resto de los trols, desconcertados al verse sin líder, huyeron solo para encontrarse con las armas de elfos y humanos que los rodeaban. La derrota fue catastrófica para los amani, pasarían varios siglos antes de que pudieran volver a ser una amenaza. En cambio, para Arathor significo el inicio de la hegemonía humana y de una larga alianza con los elfos, quienes juraron amistad eterna a Thoradin y su linaje.

No soy experto pero ese asado de trol se les va a arrebatar.


18- El Origen de los Guardianes No, no es la de Jack Frost

Esta era de paz permitio a los humanos fundar una serie de asentamientos a lo largo de todo el norte del continente: en Tirisfal construyeron la fortaleza de Lordaeron en honor al General Lordain. Alterac y Strom siguieron creciendo, mientras que la península de Gilneas se volvia un importante nodo comercial maritimo. Esta expansión permitió descubrir la isla de Kul Tiras, la cual pronto se convertiría en una pujante colonia de ultramar. Sin embargo, la mas poderosa de todas ellas era Dalaran.

Con el paso del tiempo los magos entrenados por los elfos habían tomado sus propios discípulos y viajaban por todo el reino estudiando los secretos arcanos. Sin embargo distintas supersticiones circulaban en torno a ellos y no siempre eran recibidos con los brazos abiertos.
En ese entonces Dalaran era un pequeño emplazamiento comercial cuya ubicación central en el reino le volvía un lugar de paso obligado. Esta situación convertia a Dalaran en blanco de criminales y otros delincuentes. Fue entonces cuando un mago llamado Ardogan, recién llegado al lugar, adquirió notoriedad por proteger a los lugareños de estos criminales. Gracias a esto Ardogan pronto fue elegido como líder del asentamiento.
Bajo el liderazgo de Ardogan Dalaran empezó a recibir magos de todo Arathor. Esto transformó a la ciudad en un polo de conocimiento sin igual, adquiriendo gran autonomía respecto al resto del reino. La magia se practicaba de forma libre y el crimen había desaparecido. Pronto las torres mágicas de Dalaran se volverían un símbolo de la grandeza de la ciudad e incluso atraería a algunos gnomos, los primeros en establecer contacto con los humanos.


Sin embargo, el uso de la magia a descaro pronto trajo invitados indeseados: algunos demonios del vacío abisal, atraídos por las emanaciones arcanas de la ciudad, se infiltraban y creaban desmanes en las calles. Los jerarcas magos de la ciudad, preocupados porque esto generara paranoia en la población no maga de la ciudad, se comunicaron con Quel’thalas para que los asesoraran.
Estos les dijeron que o dejaban de usar la magia o cada vez iban a aparecer demonios mas poderosos, hasta que la misma Legión Ardiente les tocase la puerta. Como Dalaran se negó a prohibir la magia decidieron crear el Concilio de Tirisfal.
El Concilio era un grupo de poderosos magos que vigilaban y exterminaban las amenazas demoníacas en secreto; a la vez que en público se mostraban como investigadores que buscaban alcanzar mayor estándar de seguridad en la practica mágica.

Las décadas pasaron mientras el Concilio protegía Dalaran, pero los demonios invasores eran cada vez mas poderosos. Esto preocupaba sobre todo a Meryl Winterstorm, uno de los cien magos originales e integrante del Concilio de Tirisfal. Meryl, quien había muerto durante las Guerras Trol y se había levantado a si mismo como un no muerto, vio sus miedos hacerse realidad cuando un señor del terror llamado Kathra’natir derrotó al campeón del Concilio y empezó a asolar todo Arathor.
La salvación provino de unos de sus alumnos, el prometedor medio elfo Alodi, quien diseño un hechizo con el cual el Concilio podía canalizar de manera segura todo el poder de sus miembros en una sola persona. Así Alodi pudo derrotar al nathrezim y obtuvo el título de Guardián de Tirisfal.


Alodi: Mi loco dele pa’ fuera.

Durante cien años Alodi utilizo ese poder para combatir a los demonios, y luego se lo cedió al nuevo elegido del Concilio. Cada cien años un nuevo Guardián se alzaría para proteger a Azeroth de los esbirros de la Legión.

4 Me gusta

Esta excelente, que bueno que haya gente que le interesa el lore

19- Crisis en Azeroth Caída de Strom y de Hakkar

Mientras los Amani se paraban de manos con elfos y humanos, en el sur los Gurubashi estaban en el horno. El Gran Cataclismo se había llevado gran parte de su imperio, y el hambre y las enfermedades eran algo común en las pocas ciudades que subsistían. Algunos sacerdotes trol, desesperados, clamaron a los loas que los ayudaran. Hakkar, el dios de la sangre, fue quien les respondió. Conocidos como Hakkari, estos Gurubashi iniciaron una campaña de conquista en el sur de Azeroth. A cambio Hakkar obtenía la sangre de los prisioneros para alimentarse y fortalecerse.

Los Zandalari primero se alegraron al ver a los Gurubashi con su renovado espíritu de conquista, pero cuando descubrieron que el capo mafia detrás de todo era Hakkar cambiaron de parecer. En el pasado el insaciable loa de la sangre había tratado de desplegar su poder sobre Zandalar. Pero gracias a la Serpiente Dorada la maldición de la sangre pudo ser detenida. Ahora los zandalari veian con terror como los necios Gurubashi guiados por los profetas Atal ‘ai intentaban traer a la vida al más oscuro de todos los loas.

Rapidamente congregaron sus ejércitos y atacaron la Vega de Tuercespina, y junto con algunos gurubashi disidentes derrotaron a los Hakkari y expulsaron a los Atal’ai de Zul’Gurub. Luego establecieron un puesto permanente en la Isla Yojamba para vigilar que nadie tratase de alzar nuevamente al dios salvaje.
Sin embargo los Atal’ai se ocultaron en lo profundo del Pantano de las Penas, allí erigieron el Templo de Atal’Hakkar y trataron de traer al Loa de nuevo al plano físico. Sin embargo el uso de la corrupta magia de sangre dañó la vegetación de la marisma atrayendo la atención del vuelo verde. Ysera usó sus poderes para hundir el templo y destacó a algunos de sus dragones bajo el mando de su consorte Eranikus para custodiar el Templo Sumergido. Bajo su guardia nadie podría revivir a Hakkar.


En el norte, tras la muerte de Thoradin el Imperio humano se atomizó en un conjunto de ciudades estados no siempre muy cooperativas entre sí. Alterac y Gilneas pronto establecieron contacto con los enanos de Khaz’Modan y el comercio se extendió entre ambas razas. Mientras que Kul Tiras, Dalaran y Alterac florecían por sobre las demás; Strom, ubicado en una meseta rocosa y con difícil acceso al mar, languidecía.

Lentamente las grandes familias de Strom se desplazaron a Lordaeron, ubicado en un claro fértil y prometedor al norte. Allí conocieron a la Iglesia de la Luz, creada por sacerdotes que habían tenido visiones borrosas de los Naaru. Este culto se extendió rápidamente por todos los reinos humanos gracias a la facilidad con que captaba al pueblo llano y al poder curativo manifestado por algunos de sus sacerdotes. Esto convirtió a Lordaeron en un centro de iluminación y sabiduría y le permitio una rápida expansión y prosperidad.

Finalmente en Strom el linaje de Thoradin, guiados por Faldir, se hicieron a la mar y viajaron al sur. Allí fundaron la ciudad de Ventormenta, el enclave más austral de los humanos. Strom, ahora conocido como Stromgarde, quedaría en manos de la casa Aterratrols, pero nunca más lograría recobrar su antiguo esplendor.

Reinos Humanos


20- Magna Aegwynn Vir indomitus est

Mientras la humanidad se expandía el Guardian de Tirisfal continuaba su cruzada solitaria contra los demonios. Muchos magos habían pasado por el puesto bajo el acuerdo del Concilio, y ahora era el turno de Aegwynn. Esta era una maga muy testaruda y a menudo chocaba con el Concilio, a veces más interesado en la política que en la protección de Azeroth. Sin embargo Aegwynn era una Guardiana excelente y el Concilio no consideraba que su revire justificase quitarle la investidura.

Cerca del final de su siglo de servicio Aegwynn sintió una presencia oscura en Rasganorte, allí descubrió a un contingente de demonios farmeando dragones azules. La guardiana, uniendo fuerzas con los demás vuelos, logró derrotar a los demonios; pero cuando el ultimo caía los cielos se abrieron y emergió Sargeras envuelto en fuego. Esta aparición era solo una fracción del poder total de Sargeras, pero aun asi era digna de temer. Aegwynn le planto la cara y lo atacó de frente. El torrente de energía arcana y vil era tal que expulsó a los dragones del lugar, cuando retornaron vieron que Aegwynn había vencido con lo justo.


La Guardiana tomo los restos de Sargeras y los enterró en las ruinas sumergidas de Suramar, lejos del alcance de cualquier insensata raza mortal. Sin embargo había algo que Aegwynn no sabía: antes de caer Sargeras transfirió su esencia al alma de la Guardiana. Bajo su influencia las desaveniencias con el Concilio aumentaron, Aegwynn decidió mantener los poderes del Guardián de Tirisfal más allá del alcance del concilio y construyo la torre de Karazhan para mantenerse lejos de su intrigas políticas. El Concilio al principio respeto las decisiones de la Guardiana en base a sus proezas, pero con el recambio generacional llegaron nuevos magi menos tolerantes a la insubordinación de la Guardiana.

Decididos a recuperar el control del Guardian de Tirisfal crearon el Tirisgarde, una orden de magos cazadores entrenados para rastrear y capturar a Aegwynn. Aegwynn los eludía con facilidad, pero estos pronto descubrieron Karazhan. Con su escondite comprometido, la Guardiana no tuvo más opción que sellarlo y huir a las ruinas de Suramar, un lugar donde el Tirisgarde no podría hallarla.

Durante esta época el pandaren Liu Lang rompería el aislamiento del Emperador Shaoshao embarcándose a lomos de su tortuga Shen-Zin rumbo al exterior; conforme la tortuga crecía cientos de pandaren se unían a él en sus expediciones fuera de Pandaria. Con el tiempo Shen-Zin sería conocida como la Isla Errante, y sería la única conexión de Pandaria con el resto del mundo.


21- Exiliados de Argus Carnada de la Legión

Durante todo este tiempo los exiliados de Argus habían huido de planeta en planeta a bordo del Genedar con la Legión pisándole los talones. Sin embargo los Naaru que los asistían en la huida se iban debilitando con el tiempo. En un momento uno de ellos, K’ara, sucumbió al Vacío y ataco a los demás Naaru. Fue Velen quien logro expulsarlo de la nave e impedir que todos fueran destruidos.
ant Another happy landing.
Sin K’ara los Naaru no podían alimentar al Genedar, que se precipitó sobre el planeta más cercano. El aterrizaje fue catastrófico, muchos draenei (exiliados en idioma eredar) murieron, al igual que un naaru. Velen quedo conmocionado por el golpe y su capacidad de canalizar la luz se vio afectada. El Genedar se destruyó y se convirtió en una inmensa mole de cristal, mientras que el último naaru,* K’ure*, era absorbido por el vacio.

Este mundo sería el último que visitarían los draenei, por lo que lo bautizaron con el nombre de Draenor. Sabiendo Velen que su perturbación en la Luz le impediría guiar eficazmente a su pueblo decidió fundar el Consejo de Exarcas. Cada Exarca era el líder de una orden que protegía a los draenei en este planeta desconocido:

  • Naielle, al mando de los Rangari, exploradores.
  • Hataaru, guía de los Artificieros, arquitectos e ingenieros.
  • Akama, lider de los Vindicadores, paladines de la Luz.
  • Othaar, quien con los Sha’tari se dedicaría a estudiar los restos de los Naru y el Genedar.
    Akama tirando facha para el CV.
    Decididos a no interferir en la vida de las primitivas civilizaciones del planeta, los draenei se establecieron es una zona despoblada en el centro del continente. Eran los restos de la ciudad de Goria, ni ogros ni orcos se atrevieron a regresar al lugar después de verlo caer en la furia elemental. Esta situación de aislamiento les convenía a los draenei, quienes fundaron la ciudad de Shattrath. Los orcos observaron con indiferencia a los recién llegados, no los consideraban una amenaza.

Sin embargo los ogros tomaron como una ofensa que los Draenei tomaran las ruinas de su antigua capital, y lanzaron un ataque masivo contra Shattrath. La respuesta Draenei no se hizo esperar, Akama y sus vindicadores lanzaron un preciso ataque sobre el comando general del ejército ogro. Sin cabecillas el ejército ogro se desbando en el primer combate, ya no volverían a molestar a los draenei abiertamente.
Estos hechos alertaron a los orcos, quienes debatieron sobre qué actitud tomar frente a los misteriosos draenei. Sin embargo los draenei no se habían mostrado abiertamente hostiles con ellos, por lo que a excepción de algunos clanes más barderos los orcos decidieron quedarse en el molde.

Con excepción de algunas ocasionales escaramuzas Velen estaba conforme con la poca interacción de los nativos con su gente. Sin embargo la llegada de los draenei había alterado a Draenor, por lo que tuvo que actuar para evitar desequilibrar al nuevo mundo. Construyeron puestos avanzados en distintos puntos ley del planeta para canalizar las energías arcanas del mundo. El más importante de estos templos era Karabor en el Valle Sombraluna.

Los problemas no acababan ahí, pronto descubrieron que los restos de* D’ore*, el naaru muerto en el aterrizaje, atraía a los espiritus de los draenei muertos, por lo que construyeron un inmenso mausoleo en el Bosque de Terokkar conocido como Auchindoun y depositaron sus restos ahí. La orden encargada de custodiar el lugar serían los Auchenai, y su lider Maladaar el quinto Exarca.
Pero de la misma manera que D’ore atraía a los draenei, K’ure atraía a los espíritus orcos al interior del Genedar. Los chamanes orcos se asombraron por esto y denominaron al lugar Oshu’gun y le dieron valor sagrado. Sabiendo que cualquier intento de recuperar los restos de K’ure podría provocar un quilombo bárbaro con los orcos, los draenei decidieron quedarse a la expectativa por si las energías del vacío se desataban sobre los espíritus orcos. Esto ya estaba ocurriendo, por un lado el Clan Sombraluna había descubierto los restos de K’ara en el cielo y los chamanes que habían tratado de comulgar con el naaru caído habían enloquecido. Por otro lado, algunos chamanes novatos que caían en la locura al realizar ritos en Oshu’gun eran exiliados a las cavernas bajo Nagrand, allí consumidos por las energías del vacío y su piel se tornaba pálida.

K’ure en el interior de Oshu’gun.
Con el paso de las décadas algunos clanes orcos estrecharían lazos comerciales con los draenei, pero en general cada raza se dedicaría a sus asuntos sin darse mucha bola.


22- Guerra en Azeroth Básicamente el background del Vanilla.

Mientras tanto, en Azeroth, la guerra se cernía sobre sus habitantes. Los tauren de Mashan’she despertaron a la princesa elemental Theradras al tratar de comulgar con la madre tierra. La señora elemental devasto las praderas de Mashan’she transformándolas en los yermos de Desolace. Esta destrucción llamo la atención de Zaetar, hijo de Cenarius, quien emergió del sueño esmeralda para investigar que ocurria.

Sin embargo, cuando Zaetar y Theradras se encontraron se enamoraron. Fruto de ese amor antinatural surgieron los centauros. Zaetar trato de comulgar con ellos, pero su violencia lo asqueo. Viendo el odio en los ojos de su progenitor los centauros se calentaron y lo mataron. Ante la muerte de su amado Theradras se encerró en su fortaleza con los restos de Zaetar. Los centauros llamaron al lugar Maraudon y lo convirtieron en su lugar más sagrado. Luego tornaron su odio hacia las tribus nómadas tauren, durante los siglos venideros las perseguirían por todo Kalimdor tratando de exterminarlas.

En el sur, una expedición kaldorei liderada por Valstann Corzocelada (el hijo de Fandral) despertó sin querer a los qiraji ocultos en Anq’Qiraj. C’Thun aprovecho esta oportunidad y ordeno a los qiraji atacar a los desprevenidos elfos de la noche. Sin embargo estos rápidamente respondieron al ataque y se dio inicio a la Guerra del Mar de las Dunas.
Durante meses los ejércitos qiraji se enfrentaron a las huestes kaldorei lideradas por Fandral. Pero durante un combate los insectoides destrozaron a Valstann, quebrando emocionalmente a su padre. Sin su general las defensas kaldorei flaquearon los qiraji los empujaron más allá de Tanaris. Sin embargo, en su euforia se atrevieron a atacar las Cavernas del Tiempo, lo cual introdujo al Vuelo Bronce en la guerra. Con este nuevo aliado la balanza volvió a estar del lado de los elfos nuevamente; pero Fandral estaba agotado del conflicto por lo que ideó con los dragones la forma de acabar con el conflicto.
caradeajo El Muro del Cascarudo
Hicieron retroceder a los insectos a las mismas puertas de Anq’Qiraj, y allí unieron sus poderes para crear el Muro del Escarabajo. Los qiraji habían sido encerrados dentro de la fortaleza y no podrían deshacer el poderoso hechizo. En caso de que alguna vez se necesitase volver a entrar, **Anachronos ** diseño el Gong del Escarabajo y el Cetro del Mar de Dunas. Este último se lo entrego a Fandral quien, como no quería saber nada más con los qiraji, lo rompió en varios pedazos, cosa de que nadie pudiera liberar a los silítidos encerrados.

Por otro lado, los enanos habían disfrutado de la abundancia durante siglos. Bajo el liderazgo del Clan Yunquemar los enanos habían estrechado lazos comerciales con los humanos y una sólida amistad con los gnomos. A Forjaz se le habían sumado otras grandes maravillas, como la Represa de Tres Cabezas en Dun Morogh. Sin embargo justamente este superávit de cabezas era el principal problema de su Rey, Modimus Yunquemar.

En Forjaz tres clanes enanos se disputaban la política del reino:

  • El rico clan comerciante Barbabronce.
  • Los aguerridos montaraces Martillo Salvaje.
  • Los taumaturgos Hierro Negro.

La tensión entre estos tres grupos crecía constantemente y Yunquemar se vio incapaz de resolver la situación. A su muerte la guerra civil estalló. Rápidamente los Barbabronce hicieron valer sus recursos y expulsaron a los otros clanes de Forjaz. Los Martillo Salvaje emigraron al norte y se establecieron en Grim Batol. Los Hierro Negro, por su parte, se establecieron en lo profundo de las Montañas Crestagrana; allí forjaron un ejército de golems de piedra y volvieron a la ofensiva.
map
Thaurissan Hierro Negro lideraba el ataque a Forjaz, mientras que su esposa, la hechicera Modgud, marchaba a Grim Batol. Allí libero una poderosa maldición contra los Martillo Salvaje, sumiendo a Grim Batol en la oscuridad. Desesperados, los Martillo Salvaje atacaron a Modgud y la mataron. Luego persiguieron al resto del ejército Hierro Negro que retrocedía hacia el sur. Pero esta retirada fue cortada por las fuerzas de Forjaz, las cuales habían logrado romper el asedio de Thaurissan. Los Hierro Negro fueron aplastados por los otros clanes, quienes hicieron a un lado sus diferencias y marcharon al sur a detener a Thaurissan.
Desesperado, el Rey Hierro Negro trató de invocar el poder incendiario del interior de la tierra, pero se zarpo con el hechizo y termino trayendo al mismísimo Ragnaros desde el plano elemental. La furia del Señor del Fuego acabó con Thaurissan y cambio la fisonomía de la región para siempre. La Guerra de los Tres Martillos había terminado. Ahora la Montaña Roca Negra coronaba Azeroth; en su interior los supervivientes Hierro Negro (ahora esclavos de Ragnaros) construyeron la Ciudad de Forjatinieblas y se convirtieron en meros peones del Maestro Elemental.

Ragnaros despertando de la siesta.
Los Barbabronce y los Martillo Salvaje se horrorizaron ante tamaño espectáculo y retrocedieron a Forjaz. Aunque los Barbabronce les ofrecieron quedarse, el Clan Martillo Salvaje decidio buscar nuevos horizontes y se encaminaron al norte. En las laderas boscosas al norte de Arathi construyeron Pico Nidal. Su estilo de vida cambió radicalmente, ya no vivían en cuevas sino al aire libre, y establecieron una férrea relación con los grifos. Con el tiempo recobrarían su conexión con la tierra a través del chamanismo.

Mientras tanto, en una pequeña isla llamada Kezan, los goblins se rebelaban contra su maestros esclavizadores zandalari, y por medio de un mineral llamado kaja’mite, adquirían una gran inteligencia. Pronto usarían su intelecto para sobresalir en ámbitos como la ingeniería y el comercio a lo largo de Azeroth.


23- El Último Guardián o Sargeras jugando con un alter.

Cien años después, desde Crestagrana surgiría otra amenaza. Un inteligente señor de los Gnolls llamado Garfang reunio un ejército y empezó atacar los asentamientos del reino humano de Ventormenta. En un principio el Rey Barathen Wrynn pidió ayuda al resto de reinos humanos pero; debido a su lejanía geográfica y el hecho de que Ventormenta era autosuficiente y no comerciaba con los otros, nadie le dio bola. A pesar de ello Ventormenta logro hacerle frente al asedio gnoll y alzarse con la victoria. Esto crearía un espíritu nacionalista en su gente aislándola aún más del resto de los Reinos de Azeroth.

Durante todos estos años Aegwynn había continuado protegiendo a Azeroth de la Legión mientras evadía al Tirisgarde. Sin embargo sabía que no podría seguir ese juego por toda la eternidad, así que engendro un hijo con un hábil mago del Tirisgarde llamado Nielas Aran. Nielas se había ganado el respeto de la Guardiana debido a su habilidad y a que tenían visiones parecidas acerca de las motivaciones políticas del Concilio de Tirisfal.
Nielas se instaló con su hijo Medivh en la corte de Ventormenta, cuyo aislamiento respecto del resto de las naciones humanas venia al pelo para evitar al Concilio. Aegwynn traspasó sus poderes a su hijo y los selló para que no se manifestasen hasta que fuera capaz de controlarlos. Luego se retiró del mundo para poder descansar. Sin embargo ella no sabía que ademas de sus poderes Medivh había recibido la esencia maligna de Sargeras, quien esperaba pacientemente su momento para actuar.

Medivh creció entre la estricta tutela de su padre y los momentos de diversión con los otros niños de la corte: el Príncipe Llane Wrynn y Anduin Lothar, el ultimo descendiente de Thoradin. A pesar de su estrecha amistad, Medivh los veía poco debido al estricto entrenamiento arcano de su padre. Cuando este le conto sobre la responsabilidad que cargaba sobre sus hombros la mente de Medivh colapsó.


Al cumplir catorce años los poderes de Medivh se desataron haciéndolo caer en un coma y matando a Nielas en el proceso. Pasarían décadas antes de que volviese a despertar; para ese entonces Llane estaba por ser coronado como Rey de Ventormenta y Anduin era un importante Caballero del Reino. Medivh se instaló en Kharazan, tomo su lugar como Guardián de Tirisfal y en los años siguientes se dedicaría a proteger Azeroth a la vez que burlaba la vigilancia del Kirin Tor, la poderosa orden de magos que gobernaba Dalaran.

4 Me gusta

24- La Caida de los Clanes Ser verde no es nada fácil.

En Draenor la vida se desarrollaba con cierta tranquilidad. Los clanes orcos consolidaban su supremacía sobre los ogros, mientras mantenían cierta distancia de los draeneis, con quienes se cruzaban en pequeños intercambios comerciales y escaramuzas. Cada clan se manejaba por su cuenta; pero cedían a su tradición común una vez al año. En el Festival Kosh’Harg todos los clanes orcos se reunían en paz a celebrar y hacer comunión con la naturaleza. Allí eran guiados por Ner’zhul, el líder de clan Sombraluna y el chamán orco más respetado.

Sin embargo las cosas pronto cambiarían. Pese a el aislamiento entre los clanes, la celebración del Kosh’Harg permitio que dos promisorios jóvenes orcos: Durotan hijo de Garad (el líder del clan Lobo Gélido) y Orgrim hijo de Telkar Doomhammer, del clan Roca Negra, trabaran una fuerte amistad. Juntos tuvieron un sinfín de aventuras, pero la más grande de todas fue cuando jugando una carrera en los límites orientales de Nagrand fueron sorprendidos por un ogro. La bestia estaba por alcanzarlos cuando fueron rescatados por Restalaan al mando de una escuadrilla draenei. Invitados por Restalaan, los orcos pasaron la noche en la ciudad de Talmor e incluso pudieron cenar con Velen, quien se encontraba allí de paso.

Por otro lado, un paria orco viajó hasta Oshu’gun buscando que los ancestros y los elementos curasen su deformidad; pero al sentir estos la rabia y el odio en su interior lo abandonaron por completo. En ese momento de desesperación, el deformito escuchó una voz que le prometió un poder inimaginable a cambio de su fidelidad. El orco se llamaba Gul’dan, y la voz era Kil’jaeden, quien había descubierto por fin el medio para destruir a Velen y a sus seguidores.

Con sus nuevos poderes Gul’dan viajo al Trono de los Elementos y arraso con las furias elementales de Draenor. Esto desequilibro al planeta, provocando que su clima se radicalizara. Sequias, inundaciones y tormentas azotaban a los clanes orcos, quienes con el paso del tiempo veían como los elementos respondían con menor fuerza a sus llamados. A su vez, Guldan hizo que la viruela roja retornara con mayor virulencia que antes por lo cual, luego de un Festival Kosh’Harg, los cabecillas orcos decidieron fundar un asentamiento en Nagrand para aislar a todos los enfermos. Este asentamiento se llamaría con el tiempo Garadar, en honor a Garad de los Lobo Gélido, quien fue su primer líder.


Garadar, ghetto de leprosos


25- Gul’dan y Durotan El inicio de todo.

Durante este tiempo, Durotan había crecido hasta convertirse en un poderoso orco. Tras tres días de persecución, había conseguido matar a un talbuk adulto armado solo con un hacha construida en el camino. Luego visitó Oshu’Gun junto con Madre Kashur a pedido de los espíritus.

‘’Enséñalo bien, Kashur, pues una cosa es cierta: la salvación llegará de su linaje’’

En el Kosh’Harg de ese año Durotan conoció a Draka, quien sería su compañera de vida. Con Garad en Nagrand, Durotar pasó a hacerse cargo de los Lobo Gélido. Desde ese puesto sería protagonista del Ascenso de la Horda.
orgrim y durotan
Orgrim y Durotan rompiendo las bolas y hablndo de minitas durante un Kosh’Harg

No ocurrió de pronto, primero los chamanes tuvieron sueños extraños previniéndolos contra los draenei, los ancestros querían que fuesen destruidos. Con mayor o menor fervor los jefes de los clanes acataron esa orden y se pusieron bajo la dirección de Ner’zhul. El chamán era quien poseía mayor conexión con los espiritus y su palabra era la más respetada.

Pero todo era una trampa de Kil’Jaeden, quien se le presento en sueños simulando ser una poderosa y benévola deidad. Engañado por el manari y por Gul’dan (quien simulaba ser su aprendiz) Ner’zhul empujo a los orcos a la guerra contra los draenei. Esto no les dio más opción a los draenei que defenderse. Velen mismo decidío ir a Oshu’gun a entrevistarse con Ner’zhul para buscar una solución pacífica. Pero Gul’dan convenció a Ner’zhul de enviar a Durotan a detenerlo en su trayecto. Con eso mataba dos pájaros de un tiro: Durotan demostraría su fidelidad y los draenei perderían a su líder.

Durotan cumplió al pie de la letra las instrucciones de Ner’zhul. Interceptó a Velen y le impidió ingresar a Oshu’gun. Pero como el chamán no le pidió expresamente su captura Durotan aprovechó ese gris para dejar que Velen regresase con los suyos. El jefe de los Lobo Gélido tenía muchas dudas respecto a lo que acontecía, dudas que le transmitió a Ner’zhul cuando este lo interrogó por liberar a Velen.

Ner’zhul también había empezado a dudar. El benévolo Kil’jaeden parecía guardar un rencor especial a Velen y los draenei, algo no cerraba. Las palabras de Durotan alimentaron las dudas propias, y en la oscuridad de la noche viajo hasta Oshu’gun para pedir consejo a los ancestros. Allí descubrió la verdad:

—No hay nada que puedas hacer, no ahora, ni en cien años, para ganar el favor en nuestros ojos. Ya no eres el salvador de tu pueblo, sino el traidor.

El chamán se desesperó. Mientras volvía a su aldea un plan empezó a formarse en su mente. Kil’jaeden no parecía leer mentes, con habilidad él podría transformarse en una piedra en su zapato. Pero no bien entro a su tienda el Señor de la Legión se le presentó. Gul’dan había visto las dudas del chamán y supo que ya no era útil para los planes de Kil’jaeden. Juntos quebraron la voluntad del chaman y lo convirtieron en un mero títere.

Sabedor de que Gul’dan no poseía el carisma ni la reputación de Ner’zhul, Kil’jaeden le conmino encontrar un nuevo líder para los orcos. Gul’dan ya tenía a uno en mente: Blackhand, jefe del clan Rocanegra. No fue difícil convencer a los demás Jefe de elegirlo como Jefe de Guerra; el único que podía hacerle frente era el líder de los Warsong Grommash Hellscream, pero era demasiado joven e impulsivo a los ojos de los demás. Esto marco el nacimiento de la Horda.


26- El Ascenso de la Horda A casa draenei pt

Sin embargo, el liderazgo real de la horda estaba en manos del Consejo de las Sombras, del cual Blackhand era apenas un miembro. A partir de ese momento el destino de los orcos fue gobernado por Gul’dan y sus brujos. Durotan se sabía acorralado y poco pudo hacer frente a los horrores que se avecinarían. Fue obligado a liderar el ataque a Telmor, la ciudad donde Orgrim y él habían sido honrados huéspedes. En el fragor de la batalla se encontró con Restalaan, a quien mató en combate.

Durante este tiempo se construyó una Ciudadela en Tanaan para albergar a los ejércitos de la horda, los cuales ahora incluían a sus antiguos enemigos ogros. Los chamanes orcos, que habían perdido el favor de los elementos, se convirtieron en brujos y excepto unos pocos, todos abrazaron este nuevo poder como una bendición. Poco a poco todas las ciudades draenei cayeron ante la Horda. Y en lo más alto del antiguo Templo de Karabor, ahora conocido como Templo Oscuro y sede del Consejo de la Sombra, Gul’dan sello el destino de los orcos yendo donde Ner’zhul no se había atrevido. Primero derrotó al poderoso Cyrukh, el avatar de las furias elementales de Draenor y cortó el vínculo de los orcos con los elementos. Luego el Señor del Foso Manoroth, un poderoso teniente de la Legión, llegó a Draenor y vertió su sangre en una fuente de la que todos los orcos bebieron. Todos los orcos excepto los Lobo Gélido y algunos otros prominentes orcos como Orgrim Doomhamer. Con la nueva fuerza y poder obtenidos, y embriagados de lujuria asesina, la Horda se lanzó al ataque de la última ciudad draenei en pie: Shattrath.


Los mojitos de Gul’dan te dejan el higado re poronga.

Los draenei los esperaban, habían descubierto tarde que la agresividad de los orcos era impulsada por sus odiados enemigos de la Legión y sabían que no podrían derrotarlos en el campo de batalla. Pero podrían sobrevivir como raza. En Shattrath se quedaron solo aquellos dispuestos a morir por su pueblo. Rangari, Vindicadores, incluso artesanos y algunos niños se quedarían a cubrir la retirada. Debían hacerles creer a los orcos que ellos eran los últimos de su especie.

La Horda, espoleada por Kil’jaeden en persona, arrasó con la ciudad de Shattrath. Los ogros destrozaron las puertas de la ciudad mientras los brujos invocaban gases venenosos e infernales sobre el Bajo Arrabal. En su sed de sangre la Horda destruyo todo y a todos los que encontró tras los muros. Apenas unos pocos lograron escapar hacia Zangar, donde se escondían el resto de los supervivientes.

Maraad recordando la pecheada.

Sin embargo, las desgracias de los draeneis no acabaron ahí. Aquellos que habían sobrevivido a la caída de Shattrath (entre los que se hallaba Akama, el líder de los Vindicadores) enfermaron gravemente y sus cuerpos se desfiguraron mientras perdían el favor de la luz. Separados del resto de los draenei ante el peligro de contagio, estos Krokul se convirtieron en parias que vivieron alejados de draeneis y orcos por igual. Algunos incluso se abandonaron a la locura y se convirtieron en los perdidos.

La magia vil y la caída de las furias elementales devastaron el planeta. En pocos meses Durotan vio como los orcos perdían su natural piel marrón para adquirir un tono verdoso; mientras que la superficie del planeta recorría el camino inverso. El Mar de Zangar se secó, dejando en su lugar un gigantesco pantano que oculto a los draeneis de la mirada inquisidora del Consejo de las Sombras. La antes frondosa Selva de Tanaan era ahora un yermo rojo conocido como Península del Fuego Infernal.

La horda había crecido en número gracias a la guerra e incluso habían surgido nuevos clanes. Algunas simples escisiones de clanes más grandes, otros nuevos formados por ogros y los recientemente incorporados mok’nathal. El más misterioso de todos era el Clan Martillo Crepuscular, un clan de orcos pálidos de las cavernas de Nagrand que habían abrazado el poder del vacío. Liderados por Cho’Gall, un poderoso brujo ogro a las órdenes de Gul’dan, este clan vaticinaba la llegada del Vacío en la Hora del Crepusculo para consumir el universo, y la Horda como la mano que alimentaría ese poder.

Sin embargo, el aumento de población y el desastre climático, sumado a que ya no tenían enemigos contra los cuales descargar su furia, provocaron que la horda empezase a fragmentarse nuevamente y las disputas entre clanes resurgieron. Desesperado, Blackhand ordenó campañas militares contra el resto de los seres vivos del planeta. Rompedores, primigenios y arakkoas cayeron bajo el hacha de la Horda, que parecía dispuesta a consumir el mundo entero en su sed de sangre.


27- La Traición del Guardián A mi no me mangonea nadie

Sargeras recibió complacido las noticias de Kil’jaeden, y le ordeno dejar a los orcos por su cuenta a fin de hacerlos caer en la desesperación. El plan surtió efecto y el hambre y las enfermedades llevaron a los orcos al borde del colapso. Gul’dan no sabía qué hacer, las promesas de poder se habían esfumado con Kil’jaeden y la Horda se iba a devorar a si misma. Fue entonces cuando en sueños una nueva figura se le presento. Le hablo de Sargeras y de que había nuevos mundos que podían ser reclamados por la horda. Cuando Gul’dan despertó tenía cuatro palabras grabadas a fuego en su mente:

Portal. Humanos. Azeroth. Medivh.

Habían pasado algunos años desde que el Guardián despertara de su coma. Durante ese tiempo había obtenido una gran notoriedad al defender Ventormenta de una invasión Gurubashi. Sin embargo sentía una oscuridad enorme en su interior que lo abrumaba y que ni siquiera Aegwynn, su madre, logró comprender cuando lo instruyó en sus deberes como Guardián de Tirisfal. El tiempo transcurrió mientras Medivh esquivaba a los espías del Kirin Tor y absorbía todo el conocimiento recopilado por su madre en Kharazan.

Pero retorcido por Sargeras, Medivh llego a una conclusión: si la Legión atacaba nuevamente Azeroth, los distintos pueblos no sabrían dejar de lado sus diferencias para luchar contra un enemigo común. Entonces el Guardian, guiado secretamente por Sargeras, diseñó un plan. Se contactó con el Consejo de las Sombras y humilló a Gul’dan con sus poderes. Luego los conmino a construir un portal para iniciar una invasión a Ventormenta, una invasión que forjaría una alianza entre los conflictivos reinos humanos. Medivh no imaginaba que era sino una mera marioneta del Titán Caído, que buscaba destruir todo intento de resistencia antes de llegar a Azeroth.

Obviamente el Consejo de las Sombras solo sabía la primera parte del plan, y les bastaba con ello. La situación interna de la Horda era insostenible, y la relación entre Gul’dan y Blackhand transitaba el mismo camino. La invasión de Azeroth no podía llegar en momento más oportuno. Mientras Blackhand convocaba a los clanes a la Ciudadela del Fuego Infernal, Gul’dan supervisaba bajo las ordenes de Medivh la construcción de un inmenso Portal Oscuro que llevaría a la Horda a Azeroth.

Mientras tanto, Medivh empezó a celebrar fiestas en Kharazan para aliviar sus inseguridades y aparentar una vida frívola frente a aquellos que querían ganarse su favor para intrigas políticas. Debido a esto, el Kirin Tor y las cortes empezaron a enviarle jóvenes prometedores que se postulasen como aprendices. Sin embargo no duraban ni un día bajo la tutela del mago debido a que andaba re loco y cada ladrillo de la torre era un circo.

Gul’dan no le había perdonado al mago la humillación sufrida frente al Consejo de las Sombras, pero no sabía prácticamente nada acerca de él. Por lo tanto decidió dejar atrás a los clanes más belicosos y volátiles. Los Mano Destrozada, Sombraluna, Señor del Trueno, Mascahuesos y Riecráneos no fueron difíciles de convencer; pero los Grito de Guerra y su líder no recibieron la noticia con mucho agrado. Gul’dan no quería que Medivh sospechase de él, y no quería correr el riesgo de que algún clan orco demasiado entusiasta levantase sospechas del magi.


28- El Portal Oscuro o Portal No Blanco para les ofendides.

La apertura de Portal Oscuro requirió de todo el poder de Gul’dan y sus brujos. Rapidamente los orcos atravesaron el portal e invadieron la Ciénaga Negra y el Pantano de las Penas, arrasando con los asentamientos más orientales de Ventormenta. La Primera Guerra había comenzado. Pero abrir tremendo portal generó un torrente de energía arcana que no pasó desapercibido en Azeroth.

Aegwynn viajo para investigar su origen y cuando vio lo que se gestaba en la Cienaga Negra supo que era obra de su hijo. Desconcertada, viajó hasta Kharazan a enfrentarlo. Allí se estaba celebrando un banquete del que participaba gran parte de la nobleza de Ventormenta, ninguno sobrevivió a la batalla que ocurrió a continuación. Medivh entro en trance y Sargeras tomo el control de su cuerpo. Aegwynn descubrió con terror que la oscuridad interna de su hijo no era el peso de la responsabilidad, como ella había creido; sino una maldad con nombre. En el helado Rasganorte ella no había vencido. Y ahora el resultado tampoco seria diferente.


Después de la batalla los muertos de la nobleza quedaron vagando como fantasmas de la B

Mientras Blackhand comandaba la invasión, Gul’dan decidió abocarse a descubrir más sobre Medivh. Para hacer eso utilizo a una de sus agentes del Consejo de las Sombras: Garona. Garona era una mestiza de draenei y orco que había estado aprendiendo el idioma humano de los prisioneros que la horda tomaba. Enviada por Gul’dan, se acercó con precaución a Kharazan esperando descubrir algo que fuera de utilidad a su maestro. Sin embargo, luego del incidente de Aegwynn, Medivh había recuperado el control de su cuerpo y tomaba más precauciones que antes. Capturó a Garona y se ganó su confianza al descubrir que la lealtad de la semiorca a la Horda dependía de los hechizos del Consejo de las Sombras.
kha

Durante este tiempo es cuando Khadgar, un joven mago del Kirin Tor, logra ganarse la confianza del Guardián y se convierte en su aprendiz. En su estadía en Kharazan conoce a Garona, con quien establece una frágil relación de confianza y a Anduin Lothar, quien le transmite sus temores sobre el comportamiento de su viejo amigo. Medivh actuba mas errático que de costumbre, y Lothar necesitaba saber si podía contar con él ante la invasión orca.


29- El Exilio de los Lobo Gélido ¡Ohhh Gul’dan so’ cagón!

Un año después de la apertura del portal oscuro la disputa entre Blackhand y Gul’dan por el liderazgo de la horda estaba alcanzando límites insostenibles. El Jefe de Guerra era solo uno de los problemas del brujo; el portal estaba transmitiendo la devastación de Draenor y la Ciénaga Negra estaba cada día más seca. Pese a las victorias militares sobre los humanos, quienes habían debido retroceder hasta las Montañas Crestagrana, voces de inquietud recorrían las filas orcas y fortalecían la imagen de Durotan.

Gul’dan sabía que el Lobo Gélido sabía demasiado acerca de él y el Consejo de las Sombras, por lo cual en una jugada audaz lo confrontó y le ofreció el exilio a cambio de la supervivencia de su clan. Durotan eligió a su clan por sobre el resto de la Horda y se marchó hacia el norte. Al abandonar la Horda, los Lobo Gélido abandonaron también la brujería y volvieron a la senda del chamanismo. El nuevo vínculo de Drek’Thar con los elementales de Azeroth (mucho más poderosos que los de Draenor) les permitió viajar hasta las Montañas de Alterac sin ser detectados y sobrevivir en su hostil clima.

Con Durotan fuera de juego, Gul’dan podía enfocarse en Blackhand y la Horda. Decidido a subyugar a los poderes elementales tal cual hizo en Draenor, Gul’dan encabezó el ataque del Consejo de las Sombras a la Montaña Rocanegra. Sin embargo, el poder bajo la montaña que lo había atraído resulto ser demasiado poderoso para controlarlo y sufrió una fuerte derrota a manos de Ragnaros y sus súbditos Hierro Negro. Sin embargo, Cho’Gall reconocío que Ragnaros servia al Vacío, al igual que él. Desde su llegada a Azeroth el ogro había percibido a los Dioses Antiguos y la presencia de este poder había embravecido al Martillo Crepuscular, el cual ahora la espina dorsal de la Horda. Cho’Gall negoció con el amo de la Montaña Rocanegra y obtuvo su autorización para instalarse en su cumbre. Si bien no había obtenido el poder que deseaba Gul’dan, había conseguido una plaza fuerte para el Consejo de las Sombras lejos de los ojos inquisitivos de Blackhand.


La Montaña Roca Negra, bastión de los orcos desde hace bastante.

Sin embargo, Cho’Gall no era el único vasallo del vacío en acción.


30- La Primera Guerra o Warcraft: Orcs & Humans para los mas vicios.

Después de la traición de Neltharion, los vuelos de los Dragones Aspecto casi habían desaparecido de la faz del planeta. Nozdormu e Ysera apenas abandonaban los reinos que debían resguardar, y la traición había traumado a Malygos, quien se había recluido en su fortaleza del Nexo hacia milenios. Solo Alexstrasza seguía velando por el resto de las razas de Azeroth y su vuelo cuidaba a los mortales, así como también al Alma del Dragón.

Sin embargo, el poder de la apertura del portal oscuro había sacudidó las entrañas mismas de la tierra; y había despertado de su letargo al caído Aspecto Negro. Neltharion, ahora conocido como Deathwing, despertó y contempló maravillado la orgia de destrucción causada por la Horda orca. Sabiendo que si trataba de alzarse nuevamente las razas mortales serían un enemigo poderoso decidió apoyar a esta Horda por medios sutiles.

Disfrazado como un noble de Ventormenta, Sir Daval Prestor, se burló en la corte de Lordaeron de los esfuerzos bélicos del Rey Llane, aduciendo que la Horda no era más que un levantamiento de campesinos. Esto, sumado al histórico comportamiento aislacionista del reino sureño, fue el motivo por el cual Ventormenta no recibió apoyo de sus reinos hermanos durante la contienda.

Lothar empezó a obtener pequeñas victorias frente a los orcos, pero estos seguían manando infinitamente de la Ciénaga Negra. En Kharazan, las cosas se tornaron raras para Khadgar cuando un misterioso emisario se hospedó en la torre. Grande fue la sorpresa cuando descubrió que este emisario no era sino Garona. A pesar de que las razones que argumentó Medivh (la posibilidad de alcanzar un acuerdo de paz con algunos clanes orcos) no lo convencieron del todo, Khadgar aceptó la presencia de Garona y con el tiempo empezaron a intercambiar información.
ww1
Esta información le fue muy útil a Lothar cuando Blackhand lanzó un ataque a la ciudad. Mientras los clanes Foso Sangriento y Martillo Crepuscular rebotaban contra las murallas, el Campeón Real encabezaba un ataque a la retaguardia orca. Esto pilló por sorpresa a los clanes y se desbandaron. Ventormenta resistiría un día más. El liderazgo de Blackhand se resintió con esta derrota, pero Gul’dan sabía qué haría falta más que eso para destronarlo. Sin embargo algo lo distrajo; Durotan había regresado.

En las montañas de Alterac Draka había dado a luz y, a pesar de que los Lobo Gélido no habían bebido de la sangre de Manoroth, la piel de su hijo era de un verde demoníaco. Sabiendo que ni siquiera el exilio salvaría a su clan de la perdición a la que los arrastraba Gul’dan, Durotan marcho al sur decidido a acabar con el brujo. Draka y su hijo lo acompañaron, la orca no se separaría de su compañero ni ante las puertas del infierno.

Orgrim Doomhammer se sorprendió cuando los vio entrar en su tienda. Y su asombro siguió creciendo (al igual que su furia) cuando su amigo le conto todo lo que sabía. Manoroth, Kil’jaeden, Gul’dan, el Consejo de las Sombras; ahora todo tenía sentido para el lugarteniente Rocanegra. Decidido a apoyar a Durotan le encargó a sus más allegados que escoltaran a sus amigos a una zona segura; sin embargo estos respondían a Gul’dan. Asesinaron a Durotan y a Draka a traición, y dejaron a su hijo abandonado en el bosque con la expectativa de que fuese devorado por las bestias que allí moraban.


31- El Fin del Guardián Tremendo spoiler.

En Kharazan las cosas no marchaban mejor. Medivh se comportaba cada día más errático e despreocupado respecto a los orcos. Pero Khadgar llevaba un tiempo experimentando con las visiones que surgían innatamente en la torre mágica. Gracias a esto Garona y él descubrieron la verdad: la invasión de los orcos había sido orquestada por el Guardián. Cuando la visión terminaba y las siluetas de Gul’dan y Medivh se desvanecían descubrieron que el archimago los había descubierto. Lo enfrentaron, pero Medivh era demasiado poderoso y apenas pudieron huir hasta Ventormenta.

Allí se entrevistaron con Lothar y el Rey Llane Wrynn en persona. Llane se mostraba incrédulo de que Medivh los hubiese traicionado; pero a medianoche Lothar despertó a Khadgar y a Garona.

*—Su majestad —se quejó Lothar— tiene una fe inamovible en la fuerza de la gente de Azeroth y en el grosor de las murallas de Ventormenta. No viene mal que también tenga buena gente que se ocupe de las cosas cuando él se equivoca. *

Silenciosamente emprendieron la marcha hacia Kharazan. Allí se enfrentaron con la verdad, Medivh nunca había sido Medivh, sino una marioneta controlada por Sargeras. Mientras los amigos del Magus combatían contra el demonio y los esbirros que invocaba, Gul’dan percibió la vulnerabilidad de Medivh y se escabulló en su mente para sacarle sus secretos, entre ellos la ubicación de la Tumba de Sargeras. Sin embargo aún se encontraba allí cuando Lothar y Khadgar cortaron la cabeza del mago. El shock de su muerte provocó que Gul’dan entrase en coma.

Garona perdió la cordura durante el combate y desapareció en las sombras. Lothar había resultado ileso, pero Medivh había tratado de drenar la energía vital de Khadgar en la refriega. Como consecuencia, el joven mago de diecisiete años ahora tenía la apariencia de un hombre cinco veces mayor.


32- La Caída de Ventormenta sale inva por logro go /whisp Orgrim Doomhammer

Con Gul’dan fuera de juego, Orgrim supo que había llegado la hora. Desafió a Blackhand a un Mak’gora, un duelo ritual a muerte por el liderazgo del Clan Rocanegra y de la Horda. Luego de derrotar a su antiguo cabecilla atacó la Cumbre de Roca Negra y eliminó al Consejo de las Sombras. Ya sin enemigos internos proclamó que los orcos volverían a las viejas costumbres y promovió el retorno al chamanismo.


Yep, en W1 vos sos Orgrim

Sabiendo que aun así el futuro de los orcos dependía de que consiguieran asentarse en Azeroth, el flamante Jefe de Guerra decidió atacar nuevamente Ventormenta. Esta vez toda la Horda se lanzó al ataque.

La ciudad resistía. El liderazgo del Rey Llane era preciso y eficaz, y los orcos eran rechazados una y otra vez. Luego de una breve reunión con sus generales Llane quedo solo, de pronto vio un rostro familiar con lágrimas en los ojos. Garona, con la mente aturdida por los hechizos de Medivh y del Consejo de las Sombras, avanzó hacia él y le clavo su daga en el pecho. La suerte de Ventormenta estaba echada.

Lothar tomo el liderazgo y mantuvo la última línea de resistencia de la ciudad mientras evacuaban por el puerto y se hacían al mar. Finalmente prendió fuego el puerto de la ciudad y se embarcó rumbo al norte con el joven hijo de Llane, el Príncipe Varian Wrynn.

Ventor en su estado natural
Orgrim Doomhammer había vencido, pero no contaba con los medios para perseguir a los supervivientes a través del mar. Decidido a reforzar la posición de la Horda, envió mensajeros a Draenor para que los clanes que aún permanecían ahí cruzaran el portal y, por medio de Cho’Gall, negoció con los enanos Hierro Negro para establecer su cuartel general en la Cumbre de Roca Negra. Los esbirros de los Dioses Antiguos veían con júbilo el caos y la destrucción que sembraba la Horda y decidieron avivar aún más esas llamas.

Era poco común que el Jefe de un clan fuese a su vez un chamán, y el Clan Faucedraco tenía ese honor. Tiempo atrás este clan había domesticado a los poderosos rylaks de Draenor y los habían utilizado como montura voladora. Los rylaks habían perecido con la devastación de Draenor, pero ahora el líder de los Faucedraco, el chamán Zuluhed, se veía asaltado por visiones en las que su clan volvía a alzarse hacia los cielos. Le pidió autorización a Orgrim y trasladó a su clan a las Montañas Crestagrana.

Siguiendo al chaman los orcos descubrieron un valle escondido protegido por el Vuelo Rojo. Los dragones custodiaban el Alma del Dragón, el poderoso artefacto que utilizó Deathwing para traicionar a sus hermanos. Era el mismo dragón quien había influenciado a Zuluhed, y sonrió complacido cuando los orcos no solo tomaban posesión de la reliquia, sino que también la utilizaban para esclavizar a Alexstrasza. La dragona había ido a averiguar quién había atacado a su vuelo y cayó derechito en la trampa.

Orgrim estaba complacido, gracias a Zuluhed pronto la Horda se vería reforzada con un poder inimaginable. Pero sabía que los humanos no los dejarían en paz fácilmente, debía derrotarlos antes de que lanzaran un contrataque.

3 Me gusta